Bogotá D.C.

Caracol Radio conoció el más reciente balance de la lucha contra el narcotráfico de grupos armados que adelantan las Fuerzas Militares en el pacífico nariñense. Según el reporte, entre el 1 de enero al 26 de julio, se incautaron 1.538 kilos de clorhidrato de cocaína, es decir, un 83 por ciento menos que el año pasado, cuando se incautaron más de 9 toneladas.

También se redujo el decomiso de la pasta base de coca en un 73%. Mientras que en 2022 se incautaron más de cinco toneladas, este 2023 va un poco menos de la tonelada y media en ese mismo periodo de tiempo.

En cuanto a la ubicación de laboratorios para el procesamiento del estupefaciente, las Fuerzas Militares destruyeron en el primer semestre del año 183, 36 menos que el año pasado.

El general Carlos Padilla, comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido N°2 y vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, explicó en Caracol Radio que las operaciones militares están más enfocadas contra la cadena de producción del estupefaciente. Aumentaron los decomisos de insumos sólidos (100%), matas de coca (100%), semilleros (42%) y pasta base de coca en proceso (26%).

“Les estamos controlando la entrada de insumos y combatiendo el apoderamiento ilegal de hidrocarburos, que termina impactando la producción. Sí hemos visto un cambio en la dinámica en que ya no se produce en esta área tanto como se producía en años anteriores”, indicó el general Padilla.

En el oleoducto trasandino, por ejemplo, que va del Putumayo al puerto de Tumaco, las organizaciones armadas construyen válvulas ilegales para robar crudo y convertirlo en gasolina de baja calidad para la producción del estupefaciente. Los daños ambientales son incalculables: la recuperación de esas zonas donde se montan estas estructuras puede tardar 30 años.

“En lo corrido de este año hemos intervenido 270 válvulas y 221 refinerías ilegales, es decir, hemos encontrado 5 millones 281 mil galones de petróleo. Una cifra astronómica”, reportó el general Padilla, quien enfatizó que con esto se evitó la elaboración de 38 toneladas de pasta base de coca o 19 toneladas y media de clorhidrato de cocaína.

Para las finanzas de esos grupos armados que delinquen en Nariño es un golpe certero. “Esto representa 108 mil 802 mil millones de pesos o, si lo ponemos en dólares, son alrededor de 26.5 millones de dólares que han dejado de recibir por la forma en que hemos venido atacando el apoderamiento ilegal de hidrocarburos”, calculó el general Padilla.

Ahora, la frontera con Ecuador entra como un factor importante en la lucha contra el narcotráfico. De hecho, se analiza la hipótesis de que la producción de cocaína ya no se realizaría en Nariño, sino en ese país.

“Son factores que estamos analizando con nuestros hermanos ecuatorianos, pero ellos también han tenido un incremento en la incautación, especialmente en el mar, de lo que es clorhidrato de cocaína. Luego, podría ser una de las posibilidades”, indicó el general Padilla, quien resaltó la efectividad de las operaciones binacionales en la lucha contra el narcotráfico.

En la región hay dos facciones de las disidencias de las extintas FARC responsables del narcotráfico en Nariño: la llamada ‘Segunda Marquetalia’ (cuyo cabecilla es ‘Iván Márquez’) y el Bloque Occidental ‘Jacobo Arenas’ (del Estado Mayor Central, al mando de ‘Iván Mordisco’). Sus principales zonas de influencia son el litoral pacífico y las áreas rurales de los municipios de Tumaco, Santa Bárbara de Iscuandé, La Tola, El Charco y Olaya Herrera.

Otra fuente de estos grupos armados es la extracción ilegal de oro en Nariño. En el primer semestre del año se destruyeron 15 retro excavadoras y 21 unidades de para la minería. “Terminamos colocándolos en aprietos. Este fenómeno se presenta en el llamado ‘Triángulo de Telembí’, en unas áreas de los municipios de Barbacoas, Roberto Payan y Magüí Payán”, dijo el general Padilla.

Cese al fuego: bajaron combates

Caracol Radio pudo establecer que se redujeron los enfrentamientos entre las Fuerzas Militares y grupos armados, principalmente con disidencias FARC. Según el reporte de las autoridades, en el primer semestre se registraron 11 combates, una disminución del 50% a comparación del año pasado, en los cuales no se reportaron muertos.

“Indiscutiblemente los combates bajaron porque respetamos y cumplimos los protocolos establecidos para el cese al fuego. Aquellos que tuvimos fue porque los encontrábamos adelantando actividades contra la población civil, haciendo constreñimiento, o en actividades enfocadas en las economías ilícitas”, señaló el general Carlos Padilla, comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido N°2.

Indicó que se han detectado confrontaciones entre las dos facciones de las disidencias FARC. “Al final, eso termina afectando a la población civil que es la que más sufre este flagelo. De inmediato, adelantamos operaciones militares para garantizar la seguridad y actuamos de acuerdo con los lineamientos establecidos en esos decretos”, enfatizó el general Padilla.

El vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules señaló que no han parado las acciones militares en Nariño. Por ejemplo, se han capturado 81 presuntos integrantes de las disidencias y 4 del ELN.

Asimismo, se han sometido a la justicia 17 miembros de esos grupos armados durante el primer semestre del año, un 31% más que el año pasado, y recuperado 9 menores de edad. Por otro lado, se han ubicado 300 depósitos ilegales, destruido 1.028 artefactos explosivos e incautado 117 armas de fuego y 18.880 municiones.