Gripa en los perros: cuáles son los síntomas y cómo tratarla
Esta es una enfermedad bastante común entre los perros y no requiere un tratamiento tan complejo.
Perro llorando - Imagen de referencia. Getty Images / Arman Zhenikeyev
La influenza canina, también conocida como influenza del perro, es una enfermedad respiratoria contagiosa que afecta a los perros y es causada por los virus de la influenza de tipo A específicos para los perros. Estos virus se conocen como “virus de la influenza canina”.
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Los síntomas de esta enfermedad en los perros incluyen tos, secreción nasal abundante, fiebre, letargo, secreción ocular y pérdida de apetito, aunque no todos los perros mostrarán signos de enfermedad. La gravedad de la influenza canina puede variar desde la ausencia de síntomas hasta una enfermedad grave que puede resultar en neumonía e incluso la muerte.
La mayoría de los perros se recuperan en un período de 2 a 3 semanas. Sin embargo, algunos perros pueden desarrollar infecciones bacterianas secundarias que pueden provocar enfermedades más graves, como la neumonía. Si está preocupado por la salud de su mascota o si muestra síntomas de influenza canina, es importante que consulte a su veterinario.
La tasa de mortalidad en perros infectados con esta enfermedad es muy baja. Algunos perros pueden presentar infecciones asintomáticas, es decir, sin mostrar signos de enfermedad, mientras que otros pueden experimentar síntomas graves, como neumonía.
Por otro lado, la influenza canina es altamente contagiosa y casi todos los perros son susceptibles a la infección por los virus de la influenza canina. La propagación de la enfermedad suele ocurrir en perreras y refugios, donde los perros están en contacto cercano. Se cree que la influenza canina se transmite principalmente a través de gotitas producidas al toser o estornudar, que viajan por el aire desde un perro infectado, o mediante el contacto con superficies contaminadas. Por lo tanto, los dueños de perros que presenten tos u otros síntomas de enfermedades respiratorias deben evitar exponer a sus perros a otros perros o gatos. Es importante lavar y desinfectar la ropa, los equipos, las superficies y las manos después de la exposición a perros con síntomas de enfermedades respiratorias.
El tratamiento de la influenza canina se basa principalmente en cuidados paliativos para prevenir la deshidratación y mantener al perro tranquilo mientras su sistema inmunológico lucha contra la infección y se recupera. En casos leves, este cuidado puede incluir medicación para aliviar los síntomas y asegurar que el perro esté bien hidratado. Si se sospecha de una infección bacteriana secundaria, el veterinario puede recetar un antibiótico de amplio espectro.