ELN, disidencias y amenazas a líderes, ¿qué pasa con la paz total?
Panelistas señalaron que el ELN tiene poco afán en avanzar en la negociación; creen que distinción de disidencias que ha hecho al gobierno es más política que técnica.
En Hora20 el análisis de los últimos hechos de seguridad que rodean a la paz total: el secuestro del que es responsable el ELN; la posible excarcelación de 10 miembros del Estado Mayor Central de las Farc; las amenazas a un importante líder social, la negativa a negociar con la Segunda Marquetalia y lo que dice Estados Unidos de la paz total. Después una mirada a los últimos movimientos para las elecciones del 2023.
Un militar es secuestrado en Arauca por parte de la guerrilla del ELN con la cual se negocia en este momento en Ciudad de México; un importante líder social, ex integrante de la Comisión de la Verdad tiene que salir de su departamento, del Chocó por amenazas en contra de su vida; amenazas en una zona en la que se intenta hacer la paz con varias organizaciones. Al tiempo de estos hechos, el comisionado de paz anuncia que miembros del Estado Mayor Central, desertores del acuerdo de paz con las Farc, podrán salir diez días de la cárcel para avanzar en los diálogos con este grupo, mientras tanto, le cerrarían la puerta a esa posibilidad de diálogo político a los disidentes de la Segunda Marquetalia, pues en un concepto enviado a la Corte Constitucional argumentan que este grupo se debe someter a la justicia.
En Estados Unidos se mantienen algunas dudas sobre lo que será la paz total, sobre todo, por las implicaciones que tendría en mecanismos como el de la extradición con quienes se sometan o negocien como es el caso del ELN y el Estado Mayor o la construcción de una nueva política antidrogas, mientras tanto en la mesa del ELN, se discute en esta ronda si el camino es un cese de acciones ofensivas en el que se suspendan acciones militares, pero también de hostigamiento a la población civil. Por otro lado, aparecen los reparos del fiscal general, Francisco Barbosa a la ley de sometimiento tras el encuentro con el presidente Petro. Barbosa asegura que algunas funciones del ente acusador se podrían ver desbordadas, señaló que los tiempos procesales podrían ser muy cortos, así como los tiempos de verificación de otras conductas. También dijo que la Fiscalía no debe aprobar listados y verificar cumplimiento de obligaciones porque no es función del organismo y que quienes reciban un principio de oportunidad, se cumpla con lo establecido en justicia restaurativa.
Lo que dicen los panelistas
Jorge Mantilla, politólogo, Investigador en Conflicto y Crimen Organizado, señaló que el ELN tiene el escenario de conversación como estrategia de resistencia, “el ELN es una guerrilla que no combate al Estado, pero sí tiene un impacto humanitario, los reportes de la misma guerrilla sobre operaciones señala que ponen banderas, ataques con explosivos, detonan bombas, pero no es una guerrilla que enfrente al Estado”, en ese sentido, señaló que lo que sí se necesita es un cese de hostilidades por la característica del conflicto.
Sobre la distinción que el gobierno ha hecho sobre Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia, comentó que la diferenciación entre ser disidente y desertor del Acuerdo de paz de 2016 es inexacta, pues explica que en estas organizaciones hay personas que llegaron después del acuerdo con nuevos reclutas o tienen gente que no firmó el Acuerdo en disidencias como las de la Segunda Marquetalia, “esto no es monolítico, no son tan claramente diferenciables y se necesita un esfuerzo detallado por definir casi que de manera particular estructura a estructura sobre quién entra y en dónde”.
Para Jorge Iván Cuervo, abogado, profesor universitario y columnista en El Espectador, el ELN tiene ventajas estratégicas, una de ellas el tiempo,
“ellos no tienen prisa por negociar, el escenario de no negociación del gobierno es lo que tienen en sus cuentas, no lo ven como una derrota política o capacidad de daño; cuando uno negocia y una parte tiene afán, eso es ventaja”, por otro lado, dijo que el segundo escenario es el de la complejidad y atomización del conflicto colombiano.
Sobre el panorama político, explicó que la constitución del 91 buscó abrir el sistema político con más representatividad y nuevas fuerzas, señala que eso lleva a una crisis tras el reconocimiento de unas 70 partidos y movimientos, “hubo cambio, se ponen restricciones de umbral para partidos, coaliciones, tuvimos lo que fue un sistema político de pluralismo moderado de 12 movimiento con buen umbral de representación, pero ahora tradicionales hacen trampa a la ley metiéndose con las firmas”.
María Teresa Ronderos, periodista y directora del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, planteó que el objetivo de la negociación y del sometimiento es reducir los niveles de violencia que han crecido en el país, pero advierte que con el ELN la situación es compleja porque se quiere negociar, “el gobierno tiene ventaja comparativa al venderse como gobierno del pueblo y progresista”. También advirtió que el ELN sí debería tener afán porque esta podría ser la última oportunidad para esta guerrilla de tener una negociación política, “un gobierno más adelante no tendrá espacio político para sentarse a negociar en diálogo político y negociación de paz”. También manifestó que hay presión de la población civil en las zonas donde Gustavo Petro ganó mayoritariamente como es el caso del Catatumbo donde hay fuerte presencia de esta organización armada.
Para Daniel Palacios, abogado, exministro del Interior y exconcejal de Bogotá, la falta de urgencia es una característica que siempre ha estado en una negociación con el ELN, “es una guerrilla difícil, dogmática, alarga la negociación, generalmente hace acciones como la del secuestro del sargento en Arauca”. También destacó que cuando hay un gobierno que anuncia que su objetivo político es la paz total, el ELN entiende que tiene la sartén por el mango, “saben que el gobierno los necesita más y están en una posición donde el gobierno tiene que ceder, excarcelar con disidencias para generar que negociaciones avancen, dando el Estado da más y estas organizaciones menos”, pues considera que no hay política de segurida, pero si de paz, donde hay más beneficios para que los delincuentes dejen de delinquir, “lo que se ve es inacción por parte de la Fuerza Pública”.