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El asedio de las AGC a las comunidades en Ituango: secuestros y extorsiones

Acceder a las denuncias en esa población antioqueña es cada vez más difícil, los campesinos están asediados y todo lo cercano a ex FARC, es objetivo militar.

Ituango

Antioquia

El pasado lunes 23 de enero un grupo de hombres de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o Clan del Golfo, llegaron armados hasta la vivienda de un excombatiente y firmante de la paz, y junto con su primo se lo llevaron a la fuerza de la vereda Las Cuatro de Ituango sin rumbo conocido hasta el momento. Esta es una situación que deja en evidencia una grave realidad que afrontan esas comunidades y que por temor a la denuncia había estado un poco callada, pero no desaparecida.

Según ha podido indagar Caracol Radio luego de la retención de los dos campesinos, es que el Clan del Golfo está adelantando una presunta ofensiva contra todo aquel que tenga relación con las extintas FARC, es decir firmante de paz o quienes tengan familiares en las disidencias- estas personas simplemente son señaladas de colaboradores. Es lo que habría ocurrido con Wilson Antonio Oquendo y su primo Yeison Duván Oquendo. Se conoció que el día martes un grupo de personas d la comunidad trató de llegar a donde estaban retenidas las personas, pero les fue imposible la labor.

La otra situación es que ese lugar es una zona de fácil acceso al cañón de Santa Lucía, sin necesidad de utilizar la carretera, cuya vía ya está bajo el control total de las AGC, por lo que es una zona estratégica para ese grupo ilegal y poder tener el dominio total de la zona, ahí radica la importancia de someter a la población y ejercer “autoridad” a sangre y fuego. Esta información ha sido recogida por Caracol Radio bajo la reserva de los informantes que temen represalias para ellos y sus familias.

El miedo y el asedio de los ilegales a los campesinos a denunciar es tal que ya son cotidianas las amenazas, desplazamientos, secuestros, extorsiones, imposibilidad de movilización en horas de la noche en carreteras rurales, entre otras intimidaciones y sin poder tener una solución pronta.

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Las extorsiones no paran

Caracol Radio también pudo conocer que hace pocos días el Clan del Golfo o AGC, estaría citando a los comerciantes del área urbana a grandes y pequeños a la vereda Buenavista ubicada a unos 40 minutos a pie del área urbana de Ituango y a escasos 15 minutos en vehículo. Cuando estos acuden al llamado, presuntamente y según la denuncia recibida, los atiende un grupo de alrededor de 10 personas uniformadas con prendas militares, fusil al hombro y con un computador, este equipo sería para generar una base de datos de quienes comercian con cualquier tipo de productos, desde el que vende las empanadas, hasta el de la tienda o distribuidor de abarrotes, parece que no se salva nadie. A todos les han ajustado las cuotas extorsivas. Para los comerciantes grandes es de 4 millones anuales en cuotas diferidas de hasta 300 mil pesos al mes, porque supuestamente los ilegales argumentan que con la extradición del máximo cabecilla alias Otoniel a los Estados Unidos la situación financiera del grupo se ha apretado un poco. Lo mismo les estaría ocurriendo a los finqueros.

Esta vereda cercana a la cabecera municipal también es de amplio dominio del Clan del Golfo, incluso allí hay un centro de operaciones de este grupo debido a que desde Buenavista se llega a la vecina población de Peque y por su puesto al Occidente y luego a Urabá. Todas las vías estratégicas están dominadas.

Según algunas personas de la zona y que conocen el territorio, expresaron a Caracol Radio que con las extorsiones a comerciantes y campesinos las AGC estarían impulsando la resiembra de hoja coca en Ituango para maximizar las rentas ilegales y cobrando el respectivo impuesto por la venta del alcaloide.

La comunidad de Ituango, que se rehúsa a denunciar públicamente por que dicen estar sitiados por los ilegales y porque la confianza de las autoridades se perdió, expresan mucha preocupación por la estrategia de ese grupo armado con el cese bilateral al fuego al que se acogieron; indican que mientras las AGC dicen no entrar en confrontación con la fuerza pública, aprovecha esa coyuntura para continuar con las acciones intimidantes contra la población civil para así garantizar el control territorial y extenderse en los territorios, además, del avance en la exterminación de las supuestas bases de las disidencias en el territorio.

Las comunidades le solicitan al Clan del Golfo un cese de las hostilidades no solo con la fuerza pública, sino con las comunidades y demostrar que están en un verdadero compromiso de paz y lo más importante es que los dejen a ellos vivir en paz.