Lady Gaga, Queen y Mozart: estudio revela que las ratas se mueven al ritmo del beat
Para realizar el estudio se colocaron acelerómetros inalámbricos en la cabeza de las ratas para detectar cualquier tipo de movimiento al momento de ponerles música
La cantante Lady Gaga hace bailar a millones de personas y todo parece indicar que también a las ratas, y es que en un novedoso estudioso, el investigador Hirokazu Takahashi de Universidad de Tokio analizó si las ratas son capaces de apreciar y reaccionar a la música de la misma forma que lo hacen los humanos.
“La percepción del tempo y la sincronización dentro de los 120 a los 140 golpes por minuto es común en humanos y frecuentemente se usa en la composición musical. Por qué la sincronización no es común en algunas especies y el mecanismo que determina el tempo óptimo es incierto”, se lee en la introducción del trabajo que fue publicado en Science Advances.
¿Cómo se llevo a cabo el experimento?
Para realizar el estudio se colocaron acelerómetros inalámbricos en la cabeza de las ratas para detectar cualquier tipo de movimiento al momento de ponerles música
Posteriormente, los roedores fueron expuestos a diferentes piezas musicales, a diferentes velocidades: 75%, 100%, 200% y 400% del tiempo original. Entre las piezas escogidas estuvieron la Sonata para dos pianos en Re Mayor de Mozart, Born this way de Lady Gaga, Another one bites the dust de Queen, Sugar de Maroon 5 y Beat it de Michael Jackson. Sin embargo, los resultados mostraron que tanto las ratas como los participantes humanos tenían una sincronización óptima de los latidos cuando la música estaba en el rango de 120-140 golpes por minuto (BPM, por sus siglas en inglés).
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Las ratas, aparentemente, reaccionaron a la música, aunque esto no confirmaría que aprecian o perciben la música como los humanos. Únicamente comprueba que reaccionan en sincronía al tempo de la música que escuchan.
Las ratas mostraban una sincronización de ritmo innata, es decir, sin ningún tipo de entrenamiento o exposición previa a la música, más claramente entre 120 y 140 BPM”, comentó Hirokazu Takahashi, uno de los autores del estudio.
Takahashi explicó que esta respuesta sugiere que “el tempo óptimo para la sincronización de los latidos depende de la constante de tiempo en el cerebro”, lo que demuestra que el estudio del cerebro animal también ayudaría a explicar qué ocurre en el cerebro humano cuando se escucha, siente o se crea música, algo clave para desarrollar el siguiente nivel de inteligencia artificial (IA).
“Estoy interesado en cómo, por qué y qué mecanismos del cerebro crean campos culturales humanos como las bellas artes, la música, ciencia, tecnología y religión. Creo que esta pregunta es la clave para entender cómo funciona el cerebro y desarrollar la IA de próxima generación”, reiteró Takahashi.