Pacto Histórico radica reforma para ‘acabar la guachafita en el Congreso’
El acto legislativo pretende recortar las vacaciones y el salario de los congresistas, enfrentar el ausentismo y limitar los periodos de reelección.
Una semana después de instalarse el nuevo Congreso de la República, la bancada del Pacto Histórico radicó el proyecto de acto legislativo con el que buscan reformar esta corporación para reducir los privilegios que tienen, por ejemplo, en materia salarial.
La iniciativa plantea cuatro modificaciones grandes. En primer lugar, limitar la reelección indefinida de los congresistas, estableciendo un máximo de periodos de 3 periodos. “Con esta medida se busca lograr una renovación gradual del Congreso y ponerle fin a los ‘atornillados’”.
En segunda medida, el proyecto plantea el recorte de las vacaciones de los congresistas, para que el primer periodo legislativo empiece el 20 de julio y terminaría el 20 de diciembre; y el segundo iría del primero de febrero hasta el 20 de junio. “Permitirá contar con más tiempo para cualificar la discusión de los grandes temas que interesan al país, así como, fortalecer el ejercicio del control político”, indicaron.
En esa misma línea, se buscará la disminución de los salarios de los Congresistas. “Se congelará el salario hasta julio de 2026, momento a partir del cual se establecerá un tope en la remuneración, que incluye salarios, gastos de representación y primas especiales, el cual será de hasta 25 salarios mínimos mensuales. Esto significaría una reducción de entre 10 y 15 millones mensuales”.
Por último, se pretende fortalecer las causales de pérdida de investidura de los legisladores, para hacerle frente al ausentismo y a la mermelada. “La inasistencia a Comisiones Constitucionales generará la pérdida de investidura; las seis inasistencias se contabilizarán en toda la legislatura, y en el caso de plenarias tendrán que asistir también a las sesiones en las que se discutan proyectos, y no solo en las que voten. La nueva causal busca poner en cintura a los congresistas que obtengan prebendas a cambio de su participación en las sesiones donde se discutan o voten proyectos, se den mociones de censura o en ejercicio de su función electoral”.
Tras la radicación, el presidente del Senado Roy Barreras afirmó que “se acabó la guachafita. Los colombianos esperan un Congreso más eficiente y transparente. Vamos a garantizar que el legislativo vuelva a sintonizarse y merecer el afecto de los colombianos con estas medidas”.
Por su parte, el senador Gustavo Bolivar reconoció que “si no es ahora, no es nunca”, explicando justamente que distinto a las 14 veces anteriores que un proyecto así fue radicado, ahora las fuerzas alternativas, que hemos liderado estos proyectos, somos mayoría en el Congreso. Esto será un reto para la bancada de Gobierno: podremos probar si es tan sólida como para evacuar este proyecto. Si no se logra, es porque no están aquí de corazón, sino por otra cosa”.