Naomi Osaka considera retirarse un tiempo del tenis tras caer en el US Open
La japonesa tuvo una inesperada derrota en tercera ronda ante la canadiense Leylah Fernández, de 18 años.
La japonesa Naomi Osaka no vivió su mejor noche en la pista central Arthur Ashe Stadium, donde sufrió una inesperada y frustrante derrota que le impidió seguir con la defensa del título de campeona, destrozó una raqueta contra el suelo y aseguró que considera alejarse temporalmente del tenis.
En la rueda de prensa posterior a la derrota sufrida ante la adolescente canadiense Leylah Fernández, de 18 años, la número 73 del mundo, por 5-7, 7-6 (2) y 6-4, Osaka, haciendo pausas de vez en cuando mientras su voz se quedaba atrapada en sus palabras y sus ojos se llenaban de lágrimas, Osaka dijo el viernes por la noche que estaba pensando en tomarse otro descanso del tenis "por un tiempo".
"Siento que por mí, recientemente, cuando gano, no me siento feliz, me siento más como un alivio. Y luego, cuando pierdo, me siento muy triste", declaró Osaka. "No creo que eso sea normal".
El moderador a cargo de la sesión con los reporteros intentó cortar las cosas, pero Osaka dijo que quería continuar.
"Esto es muy difícil de articular", comentó, descansando su mejilla izquierda en su mano. "Básicamente, siento que estoy en un punto en el que estoy tratando de averiguar qué quiero hacer y, honestamente, no sé cuándo voy a jugar mi próximo partido de tenis".
Llorando, bajó su visera negra sobre sus ojos y ofreció una disculpa, luego se palmeó las palmas de las manos en ambas mejillas.
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"Sí", agregó Osaka mientras se levantaba para irse, "creo que voy a tomarme un descanso de jugar por un tiempo".
Este fue el primer Grand Slam para Osaka, de 23 años, desde que se retiró del Abierto de Francia antes de la segunda ronda para tomar un descanso de salud mental, después de haber anunciado que no participaría en conferencias de prensa en París.
También se quedó fuera de Wimbledon, antes de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde encendió el pebetero con la llama olímpica como una de las atletas más famosas de Japón.
Osaka posee cuatro títulos de Grand Slam, incluido el Abierto de Estados Unidos en 2018, venciendo a la local Serena Williams en una final caótica, y hace un año, más dos más en las canchas duras del Abierto de Australia.
Cuando tomó una pausa después de Roland Garros, reveló que soporta mucha ansiedad antes de reunirse con los medios de comunicación y ha lidiado con la depresión durante tres años.
Durante la última semana, Osaka ha escrito en las redes sociales y ha hablado sobre sus pensamientos sobre la importancia de la confianza en sí misma y cómo quiere ignorar las expectativas de los demás.
La primera señal este viernes de que las cosas no estaban del todo bien con Osaka llegó cuando golpeó la raqueta contra la cancha después de perder un punto. Momentos después, Osaka tiró su equipo, enviándolo rebotando y derrapando hasta la mitad de la red.
Después, comparó ese comportamiento con actuar "como una niña pequeña".
"Me decía a mí misma que debía estar tranquila, pero siento que tal vez hubo un punto de ebullición", comentó Osaka. "Como, normalmente, siento que me gustan los desafíos. Pero recientemente me siento muy ansiosa cuando las cosas no salen como quiero".
Su juego estaba apagado. Al final, los aficionados neoyorquinos la abuchearon por darle la espalda a la cancha y tomarse demasiado tiempo entre puntos.
Muy pronto, Osaka, cabeza de serie número 3, quedó fuera del cuadro.
La japonesa entró a la cancha con una racha ganadora de 16 partidos en los Grand Slams. Aun así, Fernández declaró: "Justo antes del partido, sabía que podía ganar".
La tenista asiática, que no pudo cerrar el segundo set cuando servía para la victoria, con 6-5 ante la zurda Fernández, no jugó desde el lunes. El ritmo habitual del día a día en Slams se vio interrumpido porque la rival que se suponía que Osaka se encontraría en la segunda ronda, la serbia Olga Danilovic, se retiró por una enfermedad no relacionada con la covid-19.
"Nunca había quedado tenido un partido sin jugar en un Grand Slam por no presentarse la rival, así que definitivamente fue una sensación realmente extraña", admitió Osaka, que al final también se convirtió en la eliminación más sorprendente de la noche y tal vez de todo el torneo.
El resto de las favoritas encabezadas por la bielorrusa Aryna Sabalenka, segunda cabeza de serie, que ganó por 6-3 y 6-3 a la estadounidense Danielle Collins, vigésima sexta preclasificada, verdugo de la española Carla Suárez Navarro, lograron el pase a los octavos de final.