Entienda a su perro: el lenguaje corporal de nuestras mascotas
Conozca acá algunos datos sobre el lenguaje corporal que tiene su mascota cuando intenta decirle algo.
Dado que los perros no pueden decirnos lo que quieren o sienten, lo suelen mostrar a través de sus posturas, ladridos y movimientos, destacó el presidente de la Federación Cinológica de Rusia (RKF).
Cada persona con un perro de mascota debe aprender a entender su lenguaje corporal y saber interpretar de forma competente cada señal que le envía. Con este propósito, la RKF ha compilado una lista de significados de los gruñidos y los movimientos corporales que pueden observarse en un can, incluidos los de la cola y las orejas.
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"De lo acertado que sea el dueño en la lectura de las señales del animal, dependerá no solo el éxito de la comunicación con la mascota, sino también la correcta interpretación de su comportamiento", señala el cinólogo.
La cola da más pistas
El movimiento de la cola es una de las señales más comunes. Si un can la mueve de un lado al otro o lo hace en círculo, significa que está relajado o está mostrando otros signos de comportamiento positivo, es decir está contento. Si un perro está tenso o en una postura defensiva, el movimiento de la cola implica que el animal está enfadado o excitado, explica Golubev.
Si un perro tiene la cola levantada eso implica que está listo para involucrarse en un conflicto en ese momento. Usualmente, esa posición apunta que el can está excitado y se siente seguro en cuanto a su fuerza, según el experto.
Una cola bajada entre las patas significa que el perro está nervioso, asustado o incómodo. En algunos ejemplares, esta posición demuestra una concentración máxima, asegura el interlocutor de la agencia Sputnik.
Los ojos no mienten
Los ojos de los perros igual que los de las personas pueden considerarse el espejo de alma. Son la parte del cuerpo que ayuda a comprender sus emociones.
Los ojos muy abiertos y la mirada fija suelen indicar excitación y ansiedad. Si al mismo tiempo un can comienza a gruñir, no mira hacia otro lado y no parpadea, se puede deducir que muestra un comportamiento protector, enfatizó el cinólogo.
"Un perro que desvía la mirada o entrecierra sus ojos, exhibe sumisión. Y no siempre es una emoción positiva: es posible que esté preocupado por la interacción con usted y por su seguridad", destaca.
Las orejas y la boca también tienen mucho que decir
Cada adiestrador de perros también debe prestar atención a las orejas. Un perro amistoso y feliz empuja sus orejas ligeramente hacia atrás y hacia los lados. Si le interesa algo, las torcerá y las dirigirá en dirección a la fuente de interés.
Cuando es agresivo, mueve sus orejas hacia delante y hacia arriba. La agresividad también puede leerse cuando las aprieta contra la cabeza. Cuando tiene miedo, las mueve hacia atrás y las aprieta contra la cabeza, explicó Golubev.
Otro gesto que tiene muchos significados es cuando un perro intenta bostezar, agregó el experto. Si no está cansado, ese comportamiento puede indicar que está estresado e intenta deshacerse de sus preocupaciones. Si muestra dientes en forma de una sonrisa puede querer enseñar su obediencia, pero si esa expresión facial la acompaña con un gruñido, una postura defensiva y un pelaje levantado, se trata de una señal de agresión.
Cuando un can empieza a lamerse la cara, eso implica que se siente incómodo y percibe la situación como insegura, dijo el cinólogo.
El lenguaje corporal, una pieza clave
La postura corporal también puede informarle sobre el estado de ánimo de su perro. Cuando el animal está asustado o aterrorizado, se pega al suelo, tratando de parecer más pequeño, puede doblar las patas, bajar la cola y la cabeza.
Si el perro está contento, puede saltar y tratar de involucrar a su dueño en el juego. Que el animal se siente seguro y superior lo indica su postura corporal, en la que intenta parecer más grande: se mantiene con la cabeza y la cola erguidas en lo alto.
Si un perro toca a un humano con la pata, apoya la cabeza en su rodilla o roza sus manos con la nariz, significa que está pidiendo cariño y atención, dice Golubev.