¿Estar mucho tiempo frente al celular es malo para la salud mental?
Científicos británicos midieron el tiempo que 199 usuarios de iOS y 46, de Android pasaron usando sus teléfonos durante una semana
Los científicos británicos midieron el tiempo que 199 usuarios de iPhone y 46, de Android pasaron usando sus teléfonos durante una semana. A los participantes también se les preguntó sobre su salud mental y física de acuerdo a las escalas clínicas que miden los síntomas de ansiedad y depresión. También completaron una encuesta sobre cómo evalúan ellos mismos el uso de sus teléfonos inteligentes.
Después del estudio, los investigadores llegaron a la conclusión de que la cantidad de tiempo que los participantes usaron el teléfono inteligente no estaba relacionada con una mala salud mental de ninguna forma.
El estudio fue dirigido por Heather Shaw y Kristoffer Geyer de la Universidad de Lancaster con la participación de David Ellis y Brittany Davidson de la Universidad de Bath y Fenja Ziegler y Alice Smith de la Universidad de Lincoln.
"El número de veces al día que la persona tomaba su smartphone o el tiempo que pasaba mirando la pantalla no predijo la ansiedad, la depresión ni los síntomas de estrés que sentía. Además, aquellos que excedían las normas clínicas tanto para la ansiedad general como para el trastorno depresivo no usaban su teléfono más que aquellos que pasaban por debajo de este umbral", explicó la autora principal del estudio, Heather Shaw, del Departamento de Psicología de la Universidad de Lancaster, citada por Eurekalert.
En cambio, el estudio encontró que la salud mental de los participantes estaba asociada con la preocupación que sentían sobre el propio uso del teléfono. Llegaron a esta conclusión cuando evaluaron la cantidad de afirmaciones como "Usaba el smartphone más tiempo del que tenía previsto" e "Intentaba una y otra vez acortar el tiempo de uso del celular pero fallaba cada vez".
"Es importante considerar el uso real de los dispositivos separadamente de la preocupación de las personas sobre la tecnología. Lo primero no tiene nada que ver con la salud mental, mientras que lo segundo, sí", concluyó Shaw.