El problema que suponen las pseudoterapias en pacientes médicos

En los últimos días más de 2700 científicos de 44 nacionalidades distintas han firmado un manifiesto internacional condenando los efectos de las llamadas pseudociencias para tratar dolencias y enfermedades con prácticas sin fundamento en la ciencia y basándose solamente en la libertad de decisión del paciente en qué tratamiento recibir.

Los firmantes reconocen el peligro que estas prácticas representan para quienes las usan, utilizando nombres, edades y fechas de muerte de algunos pacientes que cayeron en estos tratamientos.

Para hablar de los peligros y la realidad de lo que sucede con estos tratamientos, Caracol Radio consultó al doctor Andrés Felipe Estupiñán Bohórquez, médico magíster en Epidemiología de la Clínica de la Universidad del Norte, quien define a las pseudoterapias como “otra pandemia que tenemos encima de la cual poco se habla”.

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El principal problema de estas prácticas es que, como afirma el doctor Estupiñán, “se corre el riesgo de que los pacientes abandonen sus tratamientos médicos efectivos por otros que carecen de un calor curativo o simplemente no se han demostrado”, poniendo en riesgo a los pacientes en situaciones de salud adversas.

“Los tratamientos pseudocientíficos son un potente placebo que tiene riesgos para la salud”, afirma Estupiñán refiriéndose a aquellos pacientes que dejan a un lado los hechos científicos en búsqueda de alternativas para su tratamiento médico.

Muchos de estos tratamientos se basan en anécdotas y recomendaciones de las personas que los promulgan, los llamados “gurús de la medicina alternativa”. Estos individuos toman como válidos estos procedimientos tanto como la medicina tradicional, sin embargo, la falta de pruebas científicas hace que sean poco confiables.

“Si estas prácticas homeopáticas pudiesen demostrar de forma científica su eficiencia, entonces dejarían de ser complementarias para ser parte del cuidado integral del paciente”, afirma Estupiñán.

Estas prácticas pseudocientíficas normalmente carecen de sustento científico, como por ejemplo el supuesto tratamiento contra el Coronavirus del español Josep Pámies a base de clorito de sodio, que ha sido denunciado este año ante la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña debido a la publicidad engañosa y delitos a la salud pública.

Muchos de los pacientes que optan por estos tratamientos se basan en el derecho a elegir los procedimientos médicos que se les aplicarán. Sin embargo, para el epidemiólogo Estupiñán esta “libertad de elección debe darse en contextos de evidencia fiables para la toma de decisiones informadas que busquen la salud del paciente”.