¿Por qué se pierde tanto tiempo en el fútbol colombiano?
José Borda le hace un jalón de orejas a los jugadores "marrulleros" y los árbitros "pusilánimes".
Por: José Borda
El tiempo efectivo de juego es aquel en el que el balón permanece rodando en el campo, y en la Liga I cobra un valor especial, pues es un ítem que se tiene en cuenta para: desempatar una clasificación al cuadrangular final, la Reclasificación, el cuadrangular final al definir el equipo campeón, en la Reclasificación total del año 2020 y en la tabla del descenso; sin embargo, esto no parece importarle a los protagonistas del juego.
La Dimayor, que no había hecho nada por mejorar el tiempo de juego, quiso darle importancia a este apartado este año y por fin se dieron cuenta que esto va en detrimento del espectáculo, pues en la mayoría de partidos el tiempo real de juego es muy poco.
Jugadas las primeras cuatro fechas el tiempo efectivo de partido en la Liga 2020 I fue de 52.06 minutos, el equipo que más jugó fue el modesto Patriotas con 59.16 minutos efectivos promedio por partido y el que menos jugó fue el actual campeón América con 46.57 minutos efectivos promedio. En conclusión se pierde muchísimo tiempo.
Para incrementar el tiempo real de juego los principales responsables son cuatro. El primero, los jugadores, pues de ellos depende que se juegue más ya que al ser la base primordial del fútbol deben contribuir con la no simulación de infracciones y "la quemadera" de tiempo por todo. El segundo, los árbitros, porque son los encargados de ser los garantes del juego, deben dejar jugar, no parar tanto los partidos por cualquier contacto, agilizar las reanudaciones y no ser pusilánimes con los jugadores que se demoren.
América y Santa Fe, los equipos que juegan menos tiempo en la Liga
El tercero, son los guardametas, los cuales tienen un capítulo aparte porque son estadísticamente los que más tiempo pierden y más "marrulla" hacen, máxime si su equipo va ganando, de éstos depende que los juegos sean más rápidos y dinámicos. Y cuarto, los directores técnicos, pues son quienes de acuerdo a su filosofía de juego les deben inculcar a sus dirigidos el propender por la fluidez del mismo y bajo ninguna circunstancia permitir la demora en las reanudaciones.
Si cada uno cumple con sus responsabilidades respecto al manejo del tiempo, veremos por fin una Liga Colombiana atractiva, con juegos que brindan espectáculo, de lo contrario, "la marrulla", las simulaciones y los árbitros "pusilánimes" seguirán siendo a lo largo de los 90 minutos los principales actores en el fútbol colombiano, tal y como pasa en la actualidad.