Salud y bienestar

Los cuidados en el uso de la cámara de bronceo

Esta práctica se ha hecho común para mantener un broceado a la piel, pero hay que tener en algunas recomendaciones.

Los rayos ultravioleta (UV) son una forma invisible de radiación. Pueden penetrar la piel y dañar las células. Las quemaduras de luz son un signo de daño en la piel. El bronceado tampoco es saludable. Aparece después que los rayos del sol ya mataron algunas células y dañaron otras. Los rayos UV pueden causar lesiones en la piel durante cualquier estación del año y a cualquier temperatura. También pueden causar problemas en los ojos, arrugas, manchas en la piel y cáncer de piel.

El uso de cámaras de bronceo se ha hecho común para mantener un broceado a la piel, pero es necesario que los usuarios tengan en cuenta unas recomendaciones para que no abusen de su exposición.

Los aparatos de bronceado artificial presentan muchos riesgos: Los productos que utilizan lámparas de luz ultravioleta, como las camas o las cabinas de bronceado, lo exponen a la radiación ultravioleta (UV) y aumentan su riesgo de sufrir lesiones oculares, daños cutáneos y cáncer de piel, incluyendo el melanoma, el tipo de cáncer de piel más mortal.

Debido a estos riesgos, la FDA ya exige que los aparatos de bronceado artificial cuenten con una advertencia indicando que no deben ser usados por personas menores de 18 años de edad. Sabemos que los efectos de la exposición a la radiación ultravioleta se acumulan a lo largo de la vida de las personas. Por este motivo, la exposición a la radiación ultravioleta en las personas jóvenes y los adolescentes aumenta el riesgo de que sufran lesiones cutáneas y oculares en el futuro.

La agencia también propone una segunda regulación que obligaría a los fabricantes y a los centros de bronceado artificial a tomar más medidas para ayudar a mejorar la seguridad general de los dispositivos de bronceado artificial con el fin de proteger a los usuarios adultos.

“Cada vez hay más pruebas de que el bronceado artificial durante la infancia y los primeros años de la vida adulta aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel, incluido melanoma”.

De hecho, quienes han estado expuestos a la radiación del bronceado artificial tienen un riesgo 59 por ciento mayor de contraer melanoma que quienes nunca lo han estado, según la Academia Americana de Dermatología.

En promedio, cada año se producen más de 3,000 visitas a las salas de emergencias en los Estados Unidos como consecuencia de lesiones relacionadas con el bronceado artificial (según datos de 2003 a 2012), según informa los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Más de 400 de estos pacientes cada año tenían menos de 18 años de edad.

“La FDA está especialmente preocupada por la exposición de los niños y los adolescentes a la radiación ultravioleta de los aparatos de bronceado artificial porque sus efectos se acumulan a lo largo de la vida”, explica el Dr. Luke. “La exposición a la radiación ultravioleta de los aparatos de bronceado artificial es una causa evitable del cáncer de piel.

Esta medida va dirigida a proteger a los jóvenes contra una causa conocida y evitable del cáncer de piel, entre otros peligros, y a ayudar a los adultos a tomar decisiones sobre el bronceado con sustento en información veraz.

Algunos de los cambios propuestos incluirían:

•cambiar los requisitos de las declaraciones de advertencia para hacerlas más eficaces;

•mejorar la seguridad para la vista añadiendo requisitos que limitarían la cantidad de luz que se permitiría recibir a través de las gafas protectoras para proteger los ojos de los consumidores.

•mejorar el etiquetado de las bombillas de repuesto para que quienes manejan los centros de bronceado puedan asegurarse de estar utilizando las adecuadas, reduciendo así el riesgo de sufrir quemaduras accidentales.

•impedir que se realicen modificaciones a los dispositivos.

•exigir que todas las lámparas de bronceado tengan un interruptor de emergencia (o botón de alarma) que los usuarios puedan encontrar fácilmente y que puedan identificar con el tacto o la vista.

¿Qué debe saber si aún desea usar un aparato de bronceado artificial?

Las lámparas de bronceado deben incluir declaraciones de advertencia sobre su uso por parte de las personas menores de 18 años de edad.

Asimismo, debe entender los puntos siguientes.

•Si no se usa la protección ocular adecuada, como gafas de seguridad, esto puede provocar lesiones oculares temporales o permanentes.

•La exposición durante periodos prolongados (cercanos al tiempo máximo permitido para la lámpara de bronceado) puede provocar quemaduras. Puesto que las quemaduras solares tardan entre 6 y 48 horas en aparecer, quizá no se dé cuenta de que su piel se ha quemado sino hasta que sea demasiado tarde.

•Debe obedecer los tiempos de exposición recomendados por el fabricante que se indican en la etiqueta. Las personas con piel que se queme fácilmente y que se broncean no deben usar nunca aparatos de bronceado artificial.

•Usar ciertos medicamentos o cosméticos durante el bronceado puede hacerlo más sensible a la radiación ultravioleta.

La exposición solar también debe tener indicaciones de precaución de su uso y abuso.

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