Métodos clásicos para la preparación de café: Prensa Francesa
Si algo le da exclusividad a este método son los diferentes aceites, sedimentos y extractos aromáticos que fluyen de la taza.
Medellín
Uno de los métodos clásicos más utilizados en el mercado actual es la prensa francesa o cafetera de émbolo; creada a mediados del siglo XIX en Francia, pero patentado posteriormente en Italia.
A diferencia de las máquinas expreso, esta prensa permite llevar a la bebida final algunos extractos sólidos importantes del grano de café que le dan un sabor más fuerte e intensificado.
Para el uso de la prensa francesa, es necesario que el grano sea de un corte más grueso, debido al filtro metálico que con sus amplios espacios permite que pasen a la bebida final muchos de los pequeños residuos que en otras ocasiones no es posible. Si el grano fuera de molienda media o baja, el filtro no podría retener nada por lo cual todo llegaría directamente a la taza.
Lo primero que se debe hacer, como en otros métodos clásicos, es la pre-infusión o hidrólisis, para permitir, además de calentar la prensa, que los granos se expandan y comiencen a liberar los primeros sabores.
El tiempo de extracción en este método se prolonga un poco más en comparación con el Chemex o el v60, dado el grosor del grano, porque el agua necesitará más tiempo para extraer de allí lo necesario.
Una variable única de este método de extracción con la que se puede trabajar es la turbulencia; el acto de mezclar el café, por lo que se mueven más partículas, obligándolas a que desprendan más contenidos. Por lo tanto, se pueden hacer varios vertidos durante el proceso, o hacerlo con toda el agua de una vez; simplemente, si la elección es la segunda se deben adicionar unos segundos más de tiempo de extracción.
Luego de esperar un tiempo prudente, se comienza a presionar de manera lenta el émbolo hacia abajo para separar así el agua de los granos, teniendo en cuenta que, finalmente, algunos pequeños residuos terminarán en la bebida, y es ese detalle lo que le brindará amargura, intensidad, dulzura o hasta sabor chocolate al café final.