El Papa recordó en vísperas de Navidad a los que viven el drama de la guerra

Benedicto XVI recordó hoy a las personas que viven el "drama de la guerra" en Oriente Medio, en algunas zonas de Africa y otras partes del mundo, y se preguntó "qué alegría pueden vivir" con motivo de la Navidad.
El Papa recordó que la liturgia de hoy, el tercer domingo de Adviento, invita a la "alegría del espíritu", que no "está reservada" sólo a los cristianos, sino que es "un anuncio profético destinado a toda la humanidad, en modo particular a los mas pobres, en este caso a los más pobres de alegría".
Antes del tradicional rezo del Angelus, en la plaza de San Pedro, dirigió un pensamiento a todos los que viven en medio de la guerra, a los enfermos, a los que están debilitados física y espiritualmente.
También se refirió a los que "han perdido el sentido de la verdadera alegría", en especial los jóvenes, y lo buscan, "en vano, donde no pueden encontrarlo", en el consumismo, en las "falsas diversiones", en "los paraísos artificiales de la droga y de toda forma a alienación".
Benedicto XVI indicó que es "precisamente" a los "heridos por la vida y huérfanos de alegría" a los que se dirige, "de manera privilegiada la palabra del Señor".
La invitación a la alegría "no es un mensaje alienante, ni un paliativo estéril, sino que es profecía de salvación, llamamiento a un rescate que parte de la renovación interior".
En su tradicional saludo en lengua española, el Papa saludó "cordialmente" a todos los fieles, en especial a los representantes de la emisora católica de radio y televisión "El Sembrador", llegados desde California (Estados Unidos).
El Pontífice pidió a los peregrinos que anuncien a todos que "ya llega la plenitud de los tiempos, pues un niño nos nacerá en Belén y será llamado Dios todopoderoso, y en él serán bendecidos todos los pueblos de la Tierra".
Benedicto XVI realizó la bendición de las figuritas de niño Jesús que en estos días se colocarán en los nacimientos, representados en las pequeñas estatuas que numerosos pequeños llevaron hasta la Plaza de San Pedro.
En unas palabras a los niños, les dijo que ante el pesebre recen a Jesús también por el Papa y les deseó a todos una buena Navidad.