"Low y Lara: dos muertos muy vivos": Gustavo Gómez
Muy vivos, muy presentes y muy actuales están para mí, y para los colombianos de bien, que somos los más, Rodrigo Lara Bonilla y Enrique Low Murtra.
Triste mundo este que nos tocó vivir, en el que todo es pasajero, desechable, efímero. Excepto, claro, el icopor y el plástico. Todo lo demás pasa de moda, pierde vigencia en cuestión de minutos, se disuelve en las toneladas de megas, y gigas, y bites, y datos que parecen hoy más vitales que lo verdaderamente valioso.
En esa catarata de cosas que caen unas sobre otras desde las alturas de nuestra tecnoexistencia, hay que ponernos firmes en la tarea de no dejar que prescriban cosas tan valiosas como la decencia, la ética, le rectitud y el coraje. Y no olvidar a quienes pensaron que hasta su vida bien valía el no traicionar esos valores.
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El 30 de abril de hace 37 años y el 30 de abril de hace 30 años, asesinaron a Rodrigo Lara Bonilla y Enrique Low Murtra. Perdieron la vida ganando un lugar en nuestra precaria historia, a veces repleta de malos ejemplos y facilismos morales.
A Lara Bonilla lo mataron el mismo año en que me graduaba yo del colegio y recuerdo el dolor que me produjo su muerte, la muerte de un ser humano íntegro, obsesionado con no dejar que pretendieran desacreditarlo, minarlo éticamente.
A Low Murtra lo mataron el mismo año en que solicitaba yo mi licencia de locución, confiando en poder hablar siquiera con una mínima parte de la honestidad con que él aprovechó los micrófonos de la prensa de su época. Mucho me conforta, cada vez que voy al colegio de mis hijos, darme una pasadita por el edificio que lleva su nombre, Enrique Low Murtra, con enormes letras. Enormes letras para un hombre enorme.
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Sus muertes no nos sirven para nada. Son sus vidas, su ejemplo, su valentía, su decencia, su entereza las que nos impulsan, con la esperanza de que los valores que defendieron no están en desuso, no prescribieron, no se vencen; no son piezas de museo, ni anacronismos.
Muy vivos, muy presentes y muy actuales están para mí, y para los colombianos de bien, que somos los más, Rodrigo Lara Bonilla y Enrique Low Murtra. A sus familias, mi cariño y enorme respeto. Qué papás tuvieron, qué esposos tuvieron, qué hermanos tuvieron, qué hijos tuvieron... que grato es tener la oportunidad de estar al frente de 6AM para tener el gusto de mencionar sus nombres y de llevarlos al corazón de todos ustedes. Rodrigo Lara Bonilla, Enrique Low Murtra