Geraldine Ríos está recluida desde hace seis años en la cárcel El Buen Pastor, pero desde hace dos años no solo está privada de la libertad físicamente, si no que su corazón y su alma están tras las rejas, pues no ha podido ver a los amores de su vida que son sus<strong> hijos</strong> y su<strong> mamá.</strong>"Desde hace dos años no veo a mi <strong>madre</strong>... mis<strong> hijos</strong> deben estar muy grandes, los extraño mucho y todo esto por la pandemia... Estoy emocionada porque ya por fin los volveré a ver, en especial por esta fecha a mi mamita, mi viejita que ha sido mi apoyo y mi luz", dijo.Este año el INPEC le entregó a estas <strong>mujeres</strong>, unas cartas hechas a mano por parte de sus seres queridos y esto solo sería la antesala de lo que les esperan a las <strong>mujeres</strong> el próximo 8 de mayo.La señora Consuelo hace dos años que no ve a sus hijas y sollozando leyó la carta que le hizo una de ellas.<strong>"Mamita </strong>te extraño, quisiera que en las mañanas me levantaras con un buenos días, te amo y estoy feliz de poder ser tu hija y tu mi madre", dice la carta.La dragoneante del INPEC Laura Prieto y cónsul de derechos humanos de esta cárcel explica porqué hicieron esta iniciativa."Lo que nosotros queremos es que los lazos de la<strong> familia </strong>se refuercen, por eso le pedimos que con todo el cariño y la creatividad hicieran una carta a sus <strong>madres</strong> para que se sientan felices después de tantos años sin ver a sus seres queridos", aseguró.Las reclusas aprovecharán estas horas que tienen con sus <strong>familias</strong> para abrazarlos, besarlos, contar historias y divertirse después de estos dos años sin poder verse. Por eso el mensaje que dan a todas las personas es valorar, respetar y cuidar a sus madres, pues no se sabe cuando en un abrir y cerrar de ojos el destino se la arrebata del camino.