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Así nace una nueva empresa de energía: ENEL Colombia

En entrevista con 6AM, Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo de Energía de Bogotá, habla del acuerdo al que llegaron las dos empresas.

Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo de Energía de Bogotá

Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo de Energía de Bogotá

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El Grupo de Energía de Bogotá y Enel - Américas lograron un acuerdo para dirimir el pleito que tenían ambas compañías desde el año 2017, por el reparto de los dividendos y las decisiones en algunas inversiones que tienen en conjunto estas empresas, y que las tenía a la espera de un laudo arbitral.

El acuerdo

El acuerdo consiste en la creación de una nueva empresa llamada Enel Colombia en la que el Grupo de Energía de Bogotá tendrá una participación del 42.5% y Enel - Codensa tendrá el 57%.

Según el GEB, esta nueva empresa será la suma de Emgesa, que es la generadora de energía y que cuenta con varias represas como el Quimbo, el Guavio y Termocandelaria, con Codensa que es la distribuidora de energía en Cundinamarca y Bogotá.

Esas empresas se van a fusionar y adicional a eso se les va a agregar todo el portafolio de renovables y no convencionales que hoy tiene el GEB en la Guajira y el César, (donde ya hay unos paneles solares instalados); y finalmente se complementa la alianza con una empresa chilena que pondrá un grupo de hidroeléctricas pequeñas de su propiedad.

El proceso

Las juntas directivas del GEB y de Enel -Américas ya aprobaron el acuerdo que se llevará este lunes 28 de junio a la asamblea de accionistas de la empresa capitalina. Como el pleito está a la espera de la decisión de un tribunal de arbitraje, que convocó una de las partes, se debe esperar a que el próximo 15 de julio esa instancia apruebe esta conciliación.

Esta conciliación también fue presentada ante organismos de control como la Contraloría y la Procuraduría que deberán revisar si con el acuerdo se resuelve el conflicto de manera estructural y si no hay afectación al patrimonio de la ciudad.

Una vez se lleven a cabo todas esas revisiones y aprobaciones, se materializará el acuerdo y el próximo 25 de julio empezaría a operar esta nueva sociedad.

La pelea entre el GEB y Enel

El conflicto entre ambas empresas empezó porque aunque tanto Enel como el GEB trabajaban juntos en proyectos de generación a través de hidroeléctricas, termoeléctricas y carbón desde 1996. No obstante, en 2016 la multinacional decidió no incluir a su aliado, el Grupo de Energía de Bogotá, en las inversiones para nuevos proyectos de generación de energía no convencional.

Es decir, Enel empezó a trabajar y buscar de manera independiente proyectos de energías eólicas, solares, entre otras y a participar en las discusiones de transición energética y cambio climático sin contar con la empresa de Bogotá y por eso el grupo argumentó que hubo una actuación de mala fe.

Y es que según el GEB, en el contrato entre las empresas y el acuerdo marco que se había firmado, se estableció que las decisiones de crecimiento debían ser tomadas de manera conjunta y que iban a mirar el futuro sin dejar de lado a alguna de las partes.

Esa disputa, que arrancó a raíz de las decisiones de Enel y que terminó en un tribunal de arbitramento, se agudizó después cuando la multinacional estableció que no repartiría dividendos y, como era la controlante en la alianza (con el 58% de participación), podía manejar la caja y usarlos como quisiera.

Hoy, tras lograr este acuerdo el objetivo es claro para las partes que buscan construir sobre lo que necesita Bogotá. Por eso, está basado en una transformación de la matriz energética de la ciudad, la búsqueda por tener aire limpio, electrificar el transporte (Metro, Transmilenio, etc) y encontrar nuevos negocios y oportunidades.

Para la empresa de la ciudad, el poder hacer estas inversiones permitirá que el grupo crezca y se pueda centrar en proyectos de energías renovables y no convencionales, ya que en el acuerdo alcanzado se introdujo la exclusividad de este sector, no solo en Colombia sino en Venezuela y en Centroamérica.

Cabe recordar que el Grupo de Energía de Bogotá siempre ha sido distinto a Enel que es un grupo empresarial mucho más grande. La alianza histórica de estas dos compañías se explica en que el GEB tiene inversiones en Emgesa y Codensa (empresas de Enel) no solo en Colombia sino también en Guatemala y Perú.

Sin embargo, la controlante del GEB es la ciudad de Bogotá que tiene el 67% de las acciones de este grupo empresarial, seguida por los fondos de pensiones y el Grupo Aval.

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