<strong>11 de septiembre del 2020</strong>, es la fecha que llevará marcada en su cuerpo y en su memoria Sonia Cabezas, el día que dijo que daría hasta la vida por no separarse de sus hijas y casi le resulta de esa manera.Tiempo atrás, se había separado del padre de sus hijas, no quería estar más con él y se lo dejó claro, pero él no aceptaba un NO por respuesta.La memorable fecha, fue el día en que la buscó decidido a llevarse a sus hijas, en medio de la discusión y de la ira, él le arrojó gasolina y sin darle tiempo a reaccionar le prendió fuego al cuerpo de Sonia.Sonia, en presencia de sus gemelas de 6 años<strong> se retorcía en el piso tratando de apagarse,</strong> él, al ver la angustia y escuchar los gritos de las pequeñas trató de auxiliarla y luego escapó.<strong>Con las heridas en el 40% de su cuerpo, con las piernas y brazos en carne viva por las quemaduras y sus manos tomadas de las manos de sus pequeñas, caminó 150 metros</strong> para pedir ayuda y que la sacaran a otra vereda hasta la casa de sus padres (Sonia vivía en la vereda Campo Solo zona rural de Puerto Asís).Sonia es oriunda de Puerto Asís Putumayo, fue atendida de inmediato y trasladada a un hospital en Pasto y a finales de noviembre fue remitida a la Clínica Imbanaco en la ciudad de Cali. Allí permaneció un poco más de dos meses y <strong>fue sometida a 40 cirugías</strong>, aproximadamente, aunque ella dice "yo perdí la cuenta".Con extensas heridas en sus extremidades llegó Sonia a Cali y con una profunda tristeza por lo que le había pasado, aunque podía moverse, no lo hacía por dolor o por otros motivos como la depresión, dijo la doctora Ana María Robledo, cirujana plástica especialista en quemados.El mayor reto para que Sonia se recuperara era hacerle transplante de su propia piel, pero tenía un grado alto de desnutrición que no permitía actuar como se debía, así que con un grupo interdisciplinario de médicos, nutricionista y psiquiatría se atendió para mejorar su condición.<em>"Se tomó la decisión de no hacerle más curaciones despierta para disminuir el dolor y después <strong>comenzamos a ponerle los injertos de piel de ella misma, pero cuando vimos que su estado nutricional no mejoraba lo suficiente</strong>, hicimos dos trasplantes de piel que es donada por personas que han fallecido y allí arrancó a mejorar".</em>La piel que no era de Sonia, solo duraba 14 días antes de que su cuerpo la rechazara, pero daba un margen de tiempo para recuperarse y que los médicos pudieran trabajar en otras zonas del cuerpo. <strong>Tomaron piel de su espalda, del abdomen y dos veces toda la extensión de su cuero cabelludo, le contó la médica a Caracol Radio.</strong>Entre tanto Sonia expresaba que<em> "el motivo más grande para querer salir de todo esto son mis hijas, aunque a veces, <strong>no te niego que había momentos en que salía de esas cirugías y decía ¡'NO MASSS'!</strong> ya no puedo más, ya no quiero mas, el dolor era insoportable y tenían que ponerme mucha droga para poder calmar el dolor, la verdad cuando estaba con ese dolor pensaba verme muerta de una vez para no estar sufriendo tanto"</em>La recuperación de Sonia, comenzó a avanzar, tanto en su parte física como en su parte emocional, comenzó a moverse más y a pensar <em><strong>"tengo que luchar para sacar a mis hijas adelante</strong> y demostrarle a él, que a pesar que quiso matarme yo soy una mujer berraca y echada pa' delante y que voy a sacar mis hijas adelante sin necesidad de él".</em>Después de tanto dolor, hoy se siente mucho mejor, a pesar de ver su cuerpo todo cicatrizado, no le importa eso y le da gracias a Dios por estar aquí, dice Sonia.Mientras estaba sometida a dolorosas curaciones, <strong>su hermano denunció ante la Fiscalía al agresor, según cuenta Sonia, él mismo se entregó hace una semana en Neiva ante las autoridades, pero un juez lo dejó libre</strong> por falta de pruebas.<strong>Escuche aquí las entrevistas completas con Sonia Cabezas y la médica Ana María Robledo:</strong>