Corredores humanitarios atendieron necesidades de los venezolanos

Cúcuta

Durante el año que estuvo cerrada la frontera, en medio del deterioro social y comercial para los dos países, fue sorpresiva la llegada masiva luego de diez meses de un grueso número de personas buscando alimentos y medicamentos.

Las mujeres del Táchira de Ureña fueron las promotoras de ese proceso que se inició en redes sociales y que cualquier día rompieron el cerco de la guardia venezolana a la fuerzay se hicieron presentes en Cúcuta, con camisetas blancas y desafiando todo para poder mitigar el hambre.

Similar fenómeno ocurría en otros municipios como Puerto Santander, Herran, Tibú y la zona rural de Cúcuta pero en menor proporción.

Sin embargo esta actividad desató la convocatoria a movimientos más grandes que luego tuvieron gran auge por la masiva visita de venezolanos hacía Cúcuta en un hecho sin precedentes y donde el comercio sintió el movimiento d sus cajas registradoras, después de 300 días de parálisis en la actividad binacional.

Durante el primer corredor humanitario que se abrió más de 35 mil personas atravesaron la frontera peatonal y llegaron buscando productos de la canasta familiar en un hecho en que las autoridades les permitieron abastecerse por doce horas.

Luego este fenómeno creció como bola de nieve y en el segundo ejercicio los límites rebosaron cualquier cifra, fue una avalancha, más de cien mil personas que llegaron de todos los estados venezolanos buscando abastecerse.

Con lágrimas ¡Gracias Colombia!, “Allá no hay nada, no tenemos comida” “Estamos desesperados, nuestros hijos enfermos, nuestras familias pasan necesidades, esto es grave”. Otros exclamaban “esto no puede ser, dos países hermanos así cerrados e incomunicados por un régimen”.

En medio del desespero en la búsqueda de sus alimentos, los venezolanos trajeron aliento económico del lado colombiano, el comercio en su momento reportó ventas por más de 5 mil millones y también despertó nuevamente la esperanza para quienes mantenían la comunicación en ventas especialmente con el estado Táchira, Mérida y Caracas.

Con este panorama se iniciaron los acercamientos de los dos gobiernos para revisar las condiciones de la frontera, discutir los temas binacionales seguridad, lucha al contrabando, comercio, transporte, movilidad y una serie de temas que permanecen en agendas de trabajo de los dos países pensando en el bienestar de los ciudadanos ubicados sobre la línea divisoria que han sido los más afectados y quienes han visto en sus hogares, en su economía local, el reflejo de esa crisis.