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Sigue bajando el aporte económico de Estados Unidos a programas de ayuda humanitaria de la ONU

El Gobierno de Donald Trump y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU firmaron un acuerdo mediante el cual Estados Unidos se compromete a contribuir con dos mil millones de dólares a 17 programas de asistencia en emergencias en 2026.

EE.UU. quiere que la ONU apruebe una fuerza internacional para gobernar Gaza. Foto: AFP.

El Gobierno de Estados Unidos y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) firmaron un acuerdo mediante el cual la Administración de Donald Trump se compromete a aportar dos mil millones de dólares a 17 programas de asistencia en emergencias de Naciones Unidas en 2026.

Tras un año de drásticos recortes de Estados Unidos a la cooperación humanitaria, el aporte del país gobernado por Donald Trump sigue bajando en su segundo año al mando.

Para el 2024, último año de Joe Biden en el cargo, Estados Unidos contribuyó 11 mil millones de dólares. Este año, por orden de Trump, el aporte se redujo a $2,7 mil millones. Aún así, el país norteamericano fue el que más dinero dio a Naciones Unidas para este fin en 2025.

El acuerdo de Estados Unidos y la ONU

El memorando de entendimiento fue firmado en la Misión de Washington ante la ONU en Ginebra por el subsecretario de Asuntos Humanitarios de EE. UU., Jeremy Lewin, y el coordinador humanitario de Naciones Unidas, Tom Fletcher.

Lewin aseguró que la forma en la que la ayuda norteamericana llegará al sistema humanitaria será “dos veces más eficiente” que antes de la llegada de Trump a la presidencia, pese a que en la práctica la cantidad es menor.

Pese a ello, el jefe humanitario de la ONU agradeció al presidente Trump y al secretario de Estado, Marco Rubio, “su liderazgo y contribución”: “Es un acuerdo histórico. Más allá de las cifras, lo verdaderamente importante es que millones de vidas se salvarán en 17 países”.

El subsecretario Lewin agregó que Estados Unidos y Naciones Unidas están trabajando juntos para reformar el sistema humanitario y hacerlo “más reducido y más eficiente”.

Los 17 programas en los que participará EE. UU. incluyen ayuda a cuatro países latinoamericanos (El Salvador, Guatemala, Haití y Honduras), así como a zonas en crisis como Ucrania, Birmania (Myanmar), Siria, República Democrática del Congo o Sudán.

En la lista no figura asistencia a Gaza, donde Estados Unidos, así como Israel, pone en duda el papel de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

La ONU pide seriedad a sus socios y rebaja la suma de dinero para atender emergencias humanitarias

A través de la OCHA, Naciones Unidos pidió a sus socios globales una cifra considerablemente menor a la de 2025 para atender las emergencias humanitarias. Tras recibir sólo un 30 % de los 47 mil millones dólares que esperaba reunir este año, el llamado para 2026 es de unos 23 mil millones de dólares.

Los recortes en la ayuda humanitaria de sus socios, empezando por Estados Unidos, es una de las principales causas detrás de que, en 2025 con 12 mil millones de dólares, el aporte para este fin fuera el nivel más bajo de la década.

Unos 240 millones de personas, víctimas de guerras, epidemias, terremotos o del impacto del cambio climático, necesitan ayuda urgente; la ONU requiere 33 mil millones de dólares para apoyar a 135 millones de ellas en 2026; sin embargo, la ONU presentó un plan ajustado que solicita 23 mil millones de dólares para ayudar al menos a 87 millones de las personas en mayor peligro.

Entre las crisis a las que la ONU quiere dar prioridad en 2026, figuran Gaza y Cisjordania, para las que la ONU reclama 4.100 millones de dólares, con los que asistiría a 3 millones de personas; y Sudán (2.900 millones para 20 millones de personas).

Entretanto, el jefe de Naciones Unidas, António Guterres, pidió priorizar el desarrollo por encima del gasto militar: “Hago un llamamiento a los líderes de todo el mundo: pónganse serios. Elijan a las personas y al planeta por encima del dolor”, dijo.

El secretario de la ONU criticó que el gasto militar de los países ha aumentado casi 10% este año hasta alcanzar los 2,7 billones de dólares, lo que supone 13 veces el gasto mundial total en ayuda al desarrollo.

Las guerras están causando estragos a niveles nunca vistos desde la Segunda Guerra Mundial, añadió. “En este nuevo año, decidamos establecer nuestras prioridades. Un mundo más seguro comienza invirtiendo más en la lucha contra la pobreza y menos en las guerras. La paz debe prevalecer”, añadió el portugués que dejará el cargo de secretario general en 2026.