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Experiencias

Escoger un buen vino para sorprender a la familia en las celebraciones de fin de año

En Colombia ha crecido el gusto por este fermentado de uva por su versatilidad para acompañar las comidas, su presencia en cualquier ocasión y la democratización del mercado.

Cortesía: Pinta Negra Colombia

Llegó la temporada más esperada del año, cuando los hogares colombianos se llenan de luces, música y los aromas de los platillos tradicionales, que van desde los buñuelos y la natilla, hasta los tamales, el ajiaco santafereño, la lechona, el pavo o el pernil. En medio de estas celebraciones, el vino vuelve a ser protagonista de las fiestas decembrinas.

En Colombia, se buscan vinos de distintos orígenes, excelente calidad y precios accesibles, han impulsado su consumo en todo el país. En esa exploración, Portugal, un país con larga tradición vitivinícola, se convierte en una opción destacada por producir vinos auténticos, ligeros y accesibles al bolsillo. Entre sus propuestas sobresale Pinta Negra, un vino joven y versátil, en variedades de tinto y blanco, elaborado por la viña portuguesa de AdegaMãe y vendido por la tienda hard discount D1.

Las claves para acertar con el vino en las cenas navideñas, según la sommelier colombiana Catalina Rúgeles, las mesas decembrinas en Colombia son tan diversas como el país mismo. Desde la intensidad de una buena lechona o un lomo de cerdo con salsa de ciruelas, hasta preparaciones más ligeras como ensaladas con frutas, pavo al horno o empanadas navideñas, siempre hay un vino que armoniza cada plato.

Para platos fuertes y especiados, el vino Pinta Negra tinto, elaborado con uvas Aragonés (Tempranillo) y Castelão, ofrece notas a frutos rojos y un cuerpo amable que equilibra sabores intensos. Es ideal para carnes de cerdo, adobos dulzones y preparaciones con especias tradicionales de la temporada.

Para preparaciones frescas o dulces, el vino Pinta Negra blanco, elaborado con uvas Arinto y Fernão Pires con notas cítricas y una acidez refrescante, acompaña muy bien platos más ligeros como ensaladas con frutas, papas fritas, fritos suaves y bocados clásicos de Navidad como empanadas y buñuelos.

Y si lo que se busca es regalar vino en estas fechas, la recomendación de la experta es acompañar el detalle con frutos secos, galletas, enlatados y un bonito empaque “Harás feliz a quien se lo regales”.

Aunque en países con estaciones los vinos blancos se asocian al verano y los tintos al invierno, en Colombia esta lógica se ajusta al clima y al momento del día. Los blancos funcionan mejor en zonas cálidas o reuniones diurnas gracias a su frescura natural, mientras que los tintos se disfrutan más en noches frescas o regiones frías, cuando su cuerpo y calidez resultan más acogedores.

La temperatura de servicio también es determinante para aprovechar todo su potencial. Los vinos blancos deben servirse entre 7°C y 9°C para mantener su vivacidad y carácter refrescante. Los tintos jóvenes, como Pinta Negra, alcanzan su mejor expresión entre 14°C y 16°C, donde sus aromas y textura se abren sin perder equilibrio.