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Cúcuta

Docentes del Catatumbo denuncian abandono estatal en medio del recrudecimiento del conflicto

Cuestionan el respaldo de la CUT y Fecode al gobierno mientras los maestros viven bajo amenaza.

/ Ana Inés Vega

Norte de Santander.

El docente Ángel Fernández advirtió sobre la crítica situación que atraviesan los maestros y servidores públicos en el Catatumbo, donde el conflicto armado se ha intensificado y ha alcanzado niveles que recuerdan las décadas más violentas del país.

Según él, las condiciones actuales reflejan un abandono estatal que pone en riesgo la vida y la integridad de quienes prestan sus servicios en zonas rurales y urbanas.

“La situación que vivimos es alarmante. Estamos trabajando en territorios dominados por grupos irregulares, donde el miedo, las amenazas y los secuestros son el pan de cada día. Esta violencia nos remonta a los años ochenta y noventa, una época que creímos superada”, manifestó.

Fernández explicó que los grupos armados ilegales están ejerciendo control sobre áreas urbanas que antes eran seguras, lo que ha generado desplazamientos, temor y desconfianza entre las comunidades.

“Es doloroso ver cómo los grupos irregulares se adueñan de los pueblos. Las familias viven angustiadas, y muchos docentes piden traslados porque sienten que en cualquier momento puede pasarles algo”, expresó.

El educador también cuestionó la falta de respuestas del gobierno nacional frente a las amenazas contra el magisterio, afirmando que las políticas de paz no se reflejan en los territorios.

“Es contradictorio que la CUT y Fecode respalden al Gobierno mientras los docentes que vivimos el conflicto estamos solos, desplazados y con nuestras familias en riesgo. No hay garantías ni protección para ejercer nuestro trabajo”, denunció.

Fernández sostuvo que el control de los grupos ilegales ha alcanzado niveles preocupantes, afectando incluso la convivencia escolar y comunitaria.

“Hoy los niños crecen en medio de la zozobra, del miedo, sin poder disfrutar de un acto cultural o de una jornada escolar tranquila. Los grupos armados deben ser conscientes del daño que están causando, están sobrepasando todos los límites”, dijo.

El docente hizo un llamado urgente al Estado para que brinde garantías reales a los maestros, funcionarios públicos y comunidades que permanecen en los territorios más golpeados por la guerra. “Estamos viviendo un contexto histórico jamás visto. Los niños, los docentes y las familias son quienes cargan con el peso de una violencia que el Gobierno parece no querer ver. Colombia necesita una paz que se sienta en el territorio, no solo en los discursos”, concluyó.