Desaparecidos en Bogotá, el drama detrás de 4 historias que conmueven a la ciudad ¿qué está pasando?

Durante los primeros siete meses de este año, Medicina Legal reportó 882 casos de desaparición en Bogotá, de los cuales 505 continúan desaparecidas.

Son cientos de familias bogotanas que viven la angustia de tener una persona desaparecida: un hijo, un padre, una madre o un hermano del que no se tiene rastro.

A esta alarmante cifra se le suma que el 17% son menores de edad, es decir 156 menores de edad desaparecidos en Bogotá, los cuales 106 son niñas.

Otilio Vizcaíno, es el padre de Williannys, una niña de 13 años, que desapareció luego de salir del colegio en Engativá.

“Ese 12 de mayo voy a buscar a mi hija. Según testigos la vieron que tiró la maleta y salió corriendo desenfrenada. Ahí comienza un calvario para toda la familia”, contó Otilio en diálogo con 10AM.

Williannys ya había estado desaparecida en diciembre de 2024 cuando fue secuestrada por 15 días en una habitación bajo efectos de droga. Al parecer, según Otilio se trataría de un secuestro por trata de personas.

Esa situación causó en la menor graves consecuencias de salud.“Efectos postraumáticos, crisis de pánicos, escuchaba voces que le decían que huyera, que corriera”, describió el padre.

Lo que han dicho las autoridades a la familia es que no hay una vinculación directa del secuestro de Williannys con esta desaparición.

“Me he convertido en investigador, como no recibí respuesta pase a Procuraduría y a Defensoría del Pueblo. Lo más doloroso fue que ninguna de las instituciones puso la alarma de la búsqueda inmediata”, expresó Otilio.

Kennedy, la localidad más afectada

El mayor número de casos de desaparición se ubican en Kennedy con 93 casos.

Kennedy, ubicada al suroccidente de Bogotá, es la segunda localidad más poblada con más de 1.250.000 según datos de la Secretaría Distrital de Planeación.

Ciudad Bolívar y Santa Fe son las otras dos localidades donde se reporta más esta problemática, con 92 y 87 casos respectivamente.

En esta localidad está la familia Cano Díaz que también continúa en la búsqueda de Gabriel, un joven de 18 años, que desapareció en Kennedy el pasado 12 de agosto.

Un hallazgo que alarmó a la familia fue la de una carta en la que el joven expresaba que atentaría contra su vida en el Salto del Tequendama.

“Esa carta ya fue descartada porque fuimos al lugar, pero allá no estuvo nunca. Estuvimos tres días allí la gente nunca lo vio, las autoridades no tienen información de que alguien se haya quitado o haya atentado contra su vida en los últimos días”, aseguró Nelly, la madre de Gabriel.

Para la familia fue extraño porque Gabriel no sufría de depresión ni mostró signos de alerta.

En cuanto al proceso de investigación, Nelly afirmó que pedir las imágenes de las cámaras de seguridad es un proceso tedioso ya que necesita una orden judicial.

Adultos mayores, otra tendencia de este fenómeno

Otra tendencia de las desapariciones en Bogotá son de hombres de la tercera edad. 42 son los casos que hombres entre los 60 y 80 años y más que no han sido ubicados por sus familiares.

Sandra Patiño es una hija que busca a su padre de más de 80 años. Salió a caminar como lo hacía de costumbre cerca al hospital de Kennedy el pasado 15 de enero y no se supo más de él.

“Las autoridades han dejado de buscar. Hemos tenido un solo informe donde un investigador le entregó al otro, pero es un informe básico. Nunca nos dieron reporte de cámaras ni de hospitales ni nada”, aseguró esta mujer.

Como Sandra también está Jennifer Herrera, buscando a su padre de 80 años Luis Eduardo Herrera que salió a caminar en el barrio 20 de julio.

Además de buscar a sus padres, estas dos familias han recibido llamadas extorsivas.

“Muchas personas llaman a extorsionar, hacen llamadas de que son el ELN, que lo tienen, que hay que colaborar con dinero”, señaló Jennifer.

¿Qué dicen los expertos?

Marco Casallas, Coordinador del equipo Aidé (Atención Integral a la Denuncia) de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, explicó que este fenómeno afecta principalmente a tres grupos de personas.

“Primero, menores de edad, principalmente niñas, adolescentes, en un promedio de 15, 16 años. Un segundo grupo de jóvenes, adultos y un tercer grupo de adultos mayores. Teniendo mucho cuidado con no ir a hacer una generalización y desconocer que hay unas situaciones particulares que obedecen a dinámicas diferentes, pero lo que encontramos es que en la mayoría de estos casos son desapariciones voluntarias”, indicó Casallas con respecto a los casos de los jóvenes.

Por su parte, Luis Barragán doctor en Estudios Sociales y docente de la Universidad Manuela Beltrán, participó en 10 AM explicando que estas cifras demuestran que la desaparición está vinculada “con explotación sexual, con trata de personas y también con violencias basadas en género”.

Un factor clave que cada vez ha tomado más fuerza son los espacios digitales, “viene siendo uno de los mayores espacios donde hay mayor exposición de niños y niñas”.