El asesinato de líderes sociales sigue golpeando a Norte de Santander
La Defensoría del Pueblo advirtió que el panorama de violencia contra líderes sociales no mejora en el país.
Defensoría del Pueblo |Foto: Suministrada
Norte de Santander.
La Defensoría del Pueblo reveló en su más reciente balance que entre enero y julio de 2025 fueron asesinados 107 lideresas y líderes sociales en Colombia, además de 29 firmantes del Acuerdo de Paz. En ese mismo periodo se registraron 40 masacres con un total de 130 víctimas.
De acuerdo con el informe, los departamentos más afectados por esta ola de violencia son Cauca y Antioquia, seguidos de Guaviare, Norte de Santander, Valle del Cauca y Putumayo.
En el caso de las masacres, la mayoría ocurrieron en el Valle del Cauca, aunque Norte de Santander también figura en la lista.
La situación mantiene en alerta a organizaciones sociales de la región. Juan Carlos Quintero, miembro de la Asociación Campesina del Catatumbo, aseguró que el balance refleja la falta de garantías para quienes defienden los derechos humanos.
“El ejercicio de los derechos humanos, la defensa del ambiente y el sindicalismo sigue siendo muy complejo en un contexto de violencia que se ha agudizado. El informe de la Defensoría pone nuevamente a Norte de Santander como uno de los departamentos críticos y eso significa que nuestro trabajo continúa siendo muy peligroso”, afirmó.
Quintero destacó que la ausencia de avances en procesos de diálogo y cese al fuego con los grupos armados mantiene a las comunidades en un escenario de alto riesgo.
“Hoy prácticamente no existe ningún cese al fuego y eso ha generado masacres y asesinatos de líderes sociales y firmantes de paz a lo largo y ancho del país”, explicó.
El vocero campesino insistió en que el Estado debe activar con urgencia mecanismos que permitan proteger a la población civil.
“Es necesario fortalecer los esquemas de seguridad de la Unidad Nacional de Protección, reconocer formas de autoprotección comunitaria y, sobre todo, promover una cultura de paz y de no estigmatización en los territorios”, subrayó.
En Norte de Santander, líderes comunitarios han denunciado que el riesgo aumenta de cara al escenario electoral, donde la violencia política podría agudizar aún más la situación.