Condenan a 43 años a expolicía que asesinó a su pareja y fingió ser ella para ocultar el crimen
Una jueza de Bogotá condenó a un exintegrante de la Policía Nacional por el feminicidio agravado de su compañera sentimental, una patrullera a quien maltrató física y psicológicamente antes de matarla.
La Policía de Boyacá y la Fiscalía tras la pista de un segundo sospechoso en el feminicidio de la menor Sarita Michel Vargas. / BrianAJackson
Colombia
La Fiscalía General de la Nación logró una condena de 43 años de prisión contra un exuniformado de la Policía Nacional, declarado culpable del feminicidio agravado de su compañera sentimental, también integrante de la institución. El crimen ocurrió el 22 de diciembre de 2023 en una vivienda del barrio Santa Isabel, en la localidad de Los Mártires, centro de Bogotá.
Según lo expuesto durante el juicio, el agresor mantenía un ciclo de violencia física, psicológica y emocional contra la víctima. Finalmente, la atacó con un arma cortopunzante, causando su muerte. Después del crimen, se llevó al hijo menor de edad de la pareja para dejarlo al cuidado de otra persona.
Intentó desviar la atención de la familia
Tras el asesinato, el hombre utilizó el celular de la patrullera para escribir a sus familiares y hacerse pasar por ella. “Les dijo que había salido de viaje”, explicó la Fiscalía, con el fin de evitar que se percataran de lo sucedido y ganar tiempo para evadir la justicia.
Condena e inhabilidad
Además de la pena carcelaria, la jueza le impuso una inhabilidad de 20 años para ejercer funciones públicas. La sentencia, dictada en primera instancia, aún puede ser apelada por la defensa del condenado.
El proceso judicial estuvo liderado por una fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Bogotá, quien recopiló las pruebas necesarias para acreditar los hechos ante el juzgado.
Según las autoridades, este feminicidio pone en evidencia la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de prevención, atención y seguimiento de casos de violencia de género dentro de las fuerzas armadas y de policía, donde muchas veces las víctimas permanecen en silencio por miedo o falta de protección institucional.