Valdivia: el explosivo del ELN dejó pérdidas de unos $30 millones a una asociación de cacaotera
Las comunidades piden a los actores armados que no los perjudiquen con estas acciones, ya que es la población civil la que sale afectada cada vez que cometen estas acciones terroristas.

Daños en vivero cacaotero de Valdivia- fotos cortesía para Caracol Radio
Valdivia- Antioquia
La madrugada del pasado 7 de abril un grupo de guerrilleros del ELN instaló una carga explosiva en la troncal a la costa Atlántica a la altura del sector La Paulina de Valdivia en límites con Tarazá, esta carga dejó graves daños en la carretera nacional, pero también a un vivero de una asociación de campesinos cacaoteros generando pérdidas millonarias en sus instalaciones.
Elmer Zapata Rojas, gerente y representante legal de la Asociación de Cacaoteros de Valdivia que tiene afiliadas a 76 familias que participan del programa de sustitución de cultivos de uso ilícito de esa zona del norte de Antioquia, accedió a conversar con Caracol Radio para contar lo afectados que los dejó ese hecho violento y explicar que nadie les responde por los daños ocasionados por los grupos ilegales que superan los 25 millones de pesos.

Vivero cacaotero afectado por explosivo del ELN en Valdivia
“En la obra donde pusieron los explosivos conectaba con el canal de drenaje de nuestro vivero. Entonces, digamos que lo que sufrió mayor afectación, obviamente también la vía principal, pero toda la tubería que conduce a ese desagüe la destruyó totalmente la onda explosiva”.
Explica que actualmente, por el daño en la tubería que servía como drenaje del agua del vivero, los tiene en riesgo de inundaciones por el estado en el que quedó y que tampoco lo han arreglado, dice que solo taparon el hueco y no se hizo ninguna otra reparación.
“Los daños están cuantificados alrededor de unos 25 a 30 millones de pesos. En lo que son las plántulas, que fueron alrededor de unas 4 mil plántulas, pero adicional a eso, toda la tubería de drenaje era una tubería que habíamos puesto hace más o menos unos 3 meses atrás, y bueno, le habíamos invertido unos recursos que superan los 20 millones de pesos, solo para el tema de tubería de drenaje, sin contar, pues, el tema de las plántulas y todos los otros daños, el tema de polisombra y todo eso”.
Ante esta situación que afecta a las familias afiliadas, porque se pierde un trabajo con las semillas y otras inversiones, también recalca que las autoridades como el Estado y otros organismos no les dan razón de quién les va a responder por los daños ocasionados por una guerra donde los grupos armados de la zona impactan sin medir las consecuencias a los campesinos que quieren trabajar para sacar a sus familias adelante desde la legalidad.
“Nosotros inicialmente nos acercamos a Personería, pero dicen que a este tipo de asociaciones no le toman este tipo de denuncias y nos sugirieron hacer el derecho de petición a la Unidad de Gestión del Riesgo municipal. Ahí fue, digamos, la primera instancia en la que hicimos la solicitud, al menos para que se revise y se cuantifiquen los daños. Solamente hemos hecho el llamado a esta primera instancia, pero ninguno se ha acercado y todo quedó muy en silencio”.
De manera respetuosa y entendiendo las dinámicas que se viven en ese territorio, el señor Zapata le solicita a los grupos dejarlos al margen de esa guerra y respetar los procesos comunitarios, anteponiendo que, según él, no son muchos, debido precisamente a ese conflicto y los otros que surgen con mucho esfuerzo se ven afectados con esas acciones.
“Sabemos que hay un conflicto desde hace muchos años, pero que se respete un poco lo que se ha venido construyendo a pulso por parte de las comunidades campesinas, a la institucionalidad, pues, a la alcaldía, a INVIAS, a todos los implicados en el tema. Es, de pronto, estar un poco más de la mano de las comunidades perjudicadas en este caso”.
Respuesta de las autoridades civiles locales
Caracol Radio contactó al señor alcalde de Valdivia, Carlos Molina, para conocer cuáles son los procesos que en este caso deben seguir los afectados por grupos ilegales o el mismo Estado en las confrontaciones, ya que no solo los daños se hacen con explosivos, sino también con impactos de bala en animales, la infraestructura y la quema de vehículos. El mandatario, aparte de lamentar esa afectación a la comunidad, explicó qué deben hacer los afectados.
“Hemos hablado con los habitantes de este sector y le hemos dicho a los líderes de las Juntas de Acción Comunal; es activar a través de una declaración ante la Personería por el hecho de terrorismo, automáticamente se activan unos actos urgentes por parte de la Administración Municipal para que complementemos este proceso. Y ahí, digamos, no sé si era por temor o por zozobra, la misma comunidad se ha abstenido”.
Resalta que en la zona han estado haciendo jornadas de acompañamiento a las comunidades afectadas para que la comunidad no tenga que acercarse a la alcaldía, pero pese a ello, las declaraciones son muy pocas.
“Hasta el momento podemos tener un reporte de alrededor de unas 12 familias afectadas por esta problemática, de lo que hemos nosotros mismos evidenciado en las inspecciones visuales que hemos realizado en el sector, y algunas afectadas, digamos, por la onda explosiva de los artefactos, otra por algunos impactos también de la confrontación de estos grupos con la fuerza pública sobre el sector, y algunas también, digamos, con afectaciones por incineración a raíz de algunos vehículos que han sido quemados sobre el área”.
Impacto de la violencia en el territorio
Aunque la empresa tiene a 76 familias afiliadas a la asociación, no solo esas personas se benefician de la empresa comunitaria, sino que también en total son más de 370 núcleos a los que les brindan el servicio de comercialización del cacao, asistencia técnica, así que el proceso comunitario es bastante amplio y más cuando el conflicto se agudiza cada día. Explica el gerente de la empresa cacaotera, el señor Elmer Zapata, que esta problemática impide que las empresas funcionen con normalidad debido al temor de los clientes.
“Es bastante complejo porque, digamos, debido a esta dinámica, ya con los que tenemos acuerdos comerciales que nos vienen apoyando, también para nosotros en nuestros despachos en estos días que hay este tipo de situaciones, es bastante complejo para nuestro tema logístico. A veces se nos retrasan los despachos y tenemos que cancelar eventos y, digamos, dinámicas en las que estamos en el día a día”.
Lamenta que por los reiterados hechos la sociedad los estigmatiza por temas negativos como la instalación y detonación de explosivos, combates, entre otras acciones que generan una situación negativa para los locales y comerciantes. Pero resalta que Valdivia no son solo hechos violentos; es una comunidad rural con ganas de vivir en paz y trabajar de manera legal y digna.
“También hay una comunidad que quiere salir adelante, que quiere cambiar esos imaginarios y que quiere tener una economía más estable dentro de la legalidad. En este caso, el cacao ha sido una alternativa para muchas familias. Desde 2009 que iniciamos estos procesos de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito y hemos venido multiplicando esto, digamos, esta iniciativa de que no solo con la coca y con la ilegalidad se puede vivir, sino que hay otro camino”.
La guerra en el Norte y Bajo Cauca ha dejado una estela de dolor, muerte y desplazados y es precisamente lo que ellos con el trabajo comunitario desean cambiar, pero es importante que los actores armados, cualquiera que este sea, los dejen trabajar y vivir en paz, recalcó.