Condenan a César Manrique por corrupción en compra de motos eléctricas durante alcaldía de Petro en Bogotá
El exdirector del departamento de Función Pública fue condenado a 10 años de cárcel, por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, y contratos sin cumplimiento de requisitos legales.
César Manrique, director de Función Pública. Foto: Twitter César Manrique.
JUSTICIA
En la tarde de este lunes 31 de marzo, el juez 1 penal de conocimiento de Bogotá, condenó a 10 años de prisión a César Manrique Soacha, tras encontrarlo culpable de los delitos de interés indebido en la celebración de contratos y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
La sentencia se basa en las irregularidades detectadas en la compra de100 motocicletas eléctricas para la Policía Metropolitana de Bogotá, mientras él fungía como gerente encargado del Fondo de Vigilancia, durante la alcaldía de Gustavo Petro.
De acuerdo con la Fiscalía, el contrato, valorado en 4.347 millones de pesos, presentó sobrecostos significativos y se evidenció un direccionamiento intencional hacia una marca específica, aprovechando la posición de Manrique Soacha.
La investigación reveló que el alto costo unitario de las motocicletas (43 millones de pesos cada una) incluía elementos injustificados, como maleteros y un kit de cargador que, según la Contraloría, no se encontraba en las motos.
Además, se determinó que Manrique Soacha, a sabiendas de su falta de autoridad para firmar el contrato al ser gerente encargado y no titular, procedió con la firma el último día de su cargo, sin una justificación real de necesidad para la adquisición de las motos.
La defensa de Manrique Soacha argumentó la vulneración de sus derechos procesales, alegando la omisión de mencionar su fuero constitucional. Sin embargo, el juez rechazó estas alegaciones, considerando que la evidencia demostraba claramente la corrupción en el proceso de contratación y el daño al patrimonio del Distrito.
Cabe anotar que, el exdirector del departamento de Función Pública también está salpicado en el entramado corrupto que desfalcó la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo -UNGRD-.
