Veedores alertan sobre el mal estado en la Transversal del Sisga

San Luis de Gaceno

En una reciente inspección a la carretera que conecta Boyacá con Casanare, varios veedores de transparencia han identificado múltiples puntos críticos que ponen en riesgo la seguridad vial de los usuarios. Aurelio Hernando Perilla de la veeduría, brindó un detallado informe sobre las deficiencias observadas durante el recorrido en la Unidad Funcional 3.

“El día de ayer, junto con la ingeniera iniciamos un recorrido desde el punto de inicio del tramo. Encontramos seis túneles sin iluminación. Desde ahí, bajamos hasta Santa María, donde termina la Unidad Funcional 3 y comienza la 4, donde tampoco hay barreras de contención”, explicó Perilla. La falta de iluminación y barreras de contención son solo el inicio de una lista de problemas que afectan gravemente la seguridad de la vía.

Según Perilla, hace más de dos años, en una visita conjunta con la Agencia Nacional de Seguridad Vial, se realizaron observaciones sobre estos puntos críticos. Sin embargo, poco después, un camión cayó en uno de estos tramos, resultando en la muerte de una persona. Esta tragedia subraya la urgencia de atender las deficiencias que, hasta ahora, ni la interventoría ni el Ministerio de Transporte han abordado adecuadamente.

El recorrido continuó desde Santa María, donde se encontraron más de ocho o nueve puntos críticos con paso a un solo carril, los cuales llevan bastante tiempo sin ser atendidos. “En uno de estos puntos, un residente nos comentó que su vivienda vibra al paso de los vehículos y ha tenido que colocar topes de velocidad, sin éxito. Puso una tutela y aún no se cumple el contrato”, señaló Perilla, evidenciando el impacto directo en la comunidad local.

En la Unidad Funcional 4, se revisaron obras que carecen de descoles adecuados, lo que genera pérdida de la banca. Las alcantarillas no han sido reemplazadas, sino que solo se les ha colocado cabezotes y pintura. Además, los muros de contención están sin mantenimiento, contribuyendo a la pérdida de la banca en varios sectores, afectando también los ríos cercanos.

Otros puntos críticos como Piedra Campana presentan pérdida de banca y socavación por debajo de la vía. En Marrano Loco, aunque se ha asfaltado la verma, no se han realizado obras de mitigación, resultando en más de diez muertes en menos de 20 kilómetros. “También se evidenció la falta de pasarelas y controles viales. Hacia el peaje, encontramos tres puntos críticos con paso a un solo carril, donde la banca se ha caído por falta de mantenimiento”, agregó Perilla.

A pesar de las repetidas alertas de los geólogos, no se han tomado medidas correctivas, y se culpa a las lluvias, una explicación que Perilla rechaza rotundamente.

El contrato inicial, firmado en 2015 por 966 mil millones de pesos, contemplaba mejoras, rehabilitación y ampliación de curvas. Sin embargo, según Perilla, estas metas no se han cumplido y ahora se habla de una nueva inversión de 870 mil millones de pesos para una rehabilitación que no justifica tal costo.

“Estamos cansados y hemos pedido que se investigue el contrato, ya que no se ajusta a las obras realizadas. Comparando con otras vías, el costo es desproporcionado y no se cumple con los estándares de seguridad. Además, se han usado herbicidas como glifosato para el control de la vegetación, lo cual está prohibido y provoca erosión”, denunció Perilla.