¿El gobernador Carlos Amaya sería el candidato del petrismo para la campaña del 2026?
Actualmente es considerado como una ficha clave para el gobierno del presidente Gustavo Petro, por el apoyo que le brinda a sus iniciativas desde diferentes instancias
Tunja
El portal La Silla Vacía considera que el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, es una opción para las presidenciales del 2026, porque ha construido una red de apoyo político que abarca desde el departamento hasta el Congreso de la República, logrando un importante control en entidades agrarias y acceso directo a la alta cúpula del Gobierno Nacional. Sus relaciones con figuras como el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y sus aliados en el Congreso, dicen en este portal, lo han fortalecido para las próximas elecciones.
Pero llama la atención la radiografía que hicieron sobre lo que ha sido el posicionamiento de Carlos Amaya, con sus fichas, en el escenario nacional. Con un pasado de apoyo a distintos líderes presidenciales, se ha adaptado rápidamente a los cambios políticos y, ahora en su segundo periodo como gobernador de Boyacá, se destaca como una pieza fundamental para el gobierno de Gustavo Petro. Su influencia abarca desde la presidencia de la Federación Nacional de Departamentos (FND), hasta el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y otras entidades clave, donde varios de sus antiguos colaboradores, ocupan cargos estratégicos.
Uno de los centros de poder de Amaya es el ICA, institución de gran importancia para el sector agropecuario del país y que, desde el 7 de agosto del 2022, ha sido ocupada en varios de sus cargos estratégicos por personas cercanas al gobernador. Entre ellas destaca Paula Andrea Cepeda, gerente (e) del ICA y antigua colaboradora del mandatario, quien trabajó con él durante su primera gobernación. También están Ricardo Vargas, ahora subgerente de Regulación Sanitaria y quien fuera su asesor jurídico; Hugo Alveiro Rosas, director de Inocuidad e Insumos Agrícolas; y Luis Gerardo Arias Rojas, subgerente de Protección Vegetal.
En el Congreso, Wilmer Castellanos, representante a la Cámara por Boyacá, es otro de sus hombres clave. Exalcalde de Sutamarchán y con experiencia en la administración departamental, Castellanos impulsa propuestas que benefician a Boyacá, como la inclusión de proyectos estratégicos en el Plan Nacional de Desarrollo y la propuesta de aumentar el presupuesto del ICA en 140 %. Además, su reciente elección en la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público, amplía su influencia en un rol fundamental para la aprobación de créditos y recursos vitales para el gobierno.
La influencia de Amaya en el Congreso va más allá de Castellanos. Jaime Raúl Salamanca, también aliado y actual presidente de la Cámara de Representantes, ha defendido iniciativas clave del gobierno Petro, controlando los debates de manera que favorecen la agenda oficial. Salamanca ha dado prioridad a reformas sociales en la agenda de la Cámara, facilitando el avance de la agenda del presidente Gustavo Petro.
El gobernador también cuenta con el apoyo de la senadora Carolina Espitia y de otros representantes a nivel nacional, como Duvalier Sánchez y Elkin Ospina. Esta minibancada ha sido determinante en la aprobación de reformas fundamentales para el gobierno y en el respaldo a las políticas del presidente de la República.
Por otro lado, la relación del gobernador de Boyacá con el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, ha consolidado su influencia en decisiones importantes. En un reciente foro en Boyacá, Amaya se unió públicamente a la solicitud hecha desde noviembre del 2023, de aumentar los aranceles al acero importado para proteger la industria nacional, una solicitud que fue aceptada y que beneficia a la siderúrgica Paz del Río, donde él trabajó como asesor. La relación con Cristo se fortaleció desde las elecciones del 2022 y se ha mantenido como un canal de influencia directa con la Presidencia.
El gobernador ha demostrado ser un defensor activo de la descentralización, apoyando la reforma al Sistema General de Participaciones que transfiere recursos a las regiones. En los recientes debates en el Senado, el gobernador fue contundente en su respaldo, aunque también planteó una revisión de las competencias departamentales.
Con el respaldo del gobierno, un acceso privilegiado y una red de aliados estratégicos, Carlos Amaya se perfila como una figura atractiva para las elecciones de 2026. Su capacidad para formar alianzas, su pragmatismo político y la influencia que ha ganado en los últimos años, lo colocan en el radar como uno de los posibles candidatos para los próximos comicios, una persona que ha sabido adaptarse a los cambios políticos y que podría buscar un nuevo cargo en el escenario nacional.