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Desmanes en la Copa América: responsabilidades de la Conmebol y los hinchas

Panelistas analizaron el comportamiento de los colombianos, la incidencia de la cultura, la educación y la tradición de aplaudir al más vivo. También analizaron las responsabilidades de los organizadores de la Copa.

Fanáticos intentan ingresar al estadio durante el partido final de la Copa América 2024 entre Argentina y Colombia en el Hard Rock Stadium (Foto de Maddie Meyer/Getty Images) / Maddie Meyer

En Hora20 una mirada a lo ocurrido el pasado domingo a las afueras del estadio Hard Rock en la final de la Copa América y en la que los colombianos fueron protagonistas de un escenario de caos y de violencia, donde la responsabilidad parece ser compartida con la logística del estadio.

Se habló del comportamiento, de la cultura, de la incidencia del fútbol y de las emociones. El debate también sobre eso que nos une, pero que al tiempo desata emociones que en muchos casos llevan a la muerte.

Lo que dicen los panelistas

Carolina Sanín, licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad de los Andes y PhD en literatura española y portuguesa de la Universidad de Yale, escritora y columnista en Cambio, señaló que no es claro si el talante respetuoso sea un problema de educación, “la vida ciudadana y vivir en sociedad va por otro lado. No sé si sea un problema de educación, de otro lado, está esa cosa de odiarse, es una vergüenza que nos hace odiarnos a pesar de la peor manera posible para recibir un castigo”.

De otro lado, comentó que la cultura traqueta premia al vivo y al atajo, “si hay inversión de valores, pero eso no es una explicación, eso es un juicio que uno se repite. Entonces el vivo se premia, pero qué hay detrás de eso. Me pregunto si la cultura traqueta no brota espontáneamente, se debe a una idiosincrasia y a un ethos que subyace tras el triunfo del narcotráfico y la creación de unos valores de narcotráfico”.

También advirtió que hay una puerilidad del acontecimiento, de la gente que busca que ocurra algo, acompañado de una sensación de vértigo. Además, dijo que los protagonistas de los hechos del pasado domingo estaban en una especie de embriaguez o trance por el fútbol.

Mauricio García Villegas, abogado, profesor en la Universidad Nacional, doctor en Ciencia Política, investigador en DeJusticia y columnista, explicó que la cultura del cumplimiento de reglas depende de varias cosas. Uno de ellos, según comento, es la reciprocidad, “la manera como ven a los demás, si la gente no siente vergüenza, si estoy con alguien que no le parece mal hecho saltarse la fila, sino que me anima a que lo haga, eso es un incentivo para incumplir. La reciprocidad es más importante que la educación y la concepción que se tiene sobre las reglas o el derecho. También señaló que una de las explicaciones que encontró es que se trató de una turba, “no era uno solo, eran cientos, miles los que desbordaron, entonces la viveza criolla que existe en toda América Latina se hizo presente y tuvo

Sobre hipótesis con la de la viveza, dijo que esta característica fue inculcada para salir adelante, “eso es visto como mérito, es la capacidad de sobrevivir en circunstancias, la idea de no dejarse, hay cuentos e historias en donde el vivo sale ganando. El conejo es menos poderoso, pero es escurridizo, esa es una “virtud” de América Latina”. De otro lado, dijo que la idea de amor a la patria siempre le ha parecido sospechosa, “el patriotismo es un sentimiento ciego ante lo malo”. Además, señaló que está convencido de que en circunstancias actuales el patriotismo es una desgracia, “hay problemas transversales y los países solos no resuelven esos problemas macro, para eso se necesita organización global. El nacionalismo es nefasto en estas épocas”.

Para Norma Jimeno, licenciada en filosofía, consultora y columnista, fútbol y celebraciones violentas en muchos casos, no es solo de los colombianos y planteó que las condiciones estructurales de un deporte de contacto como es el fútbol generan emociones, “pero detrás de eso hay conceptos y condiciones violentas como el de nación que se exacerba en el fútbol, la cual nos lleva a escenarios de violencia”. Sin embargo, comentó que se debe reconocer que estos espacios se deben controlar y que, en este caso de la final de la Copa América, no hubo ninguna prevención, “no es que no se piense que no se pueda hacer una cruzada por cambiar, eso es estructural y hay que cambiarlo, pero los estadios no tenían el más mínimo control para una actividad que exacerba la violencia”.

Sobre la colombianidad, dijo que esta se expresó desde el primer partido cuando el estadio estaba lleno de colombianos, “que me expliquen por qué hay tantos colombianos allá”. También planteó que le generaba vergüenza el tema de un país que expulsa a sus nacionales, “los estadios llenos de gente joven, inmigrantes ellos o sus padres y fuerza de trabajo, eso me expresa más sobre la colombianidad; esa identidad es como una identidad fantasma en la gente que el domingo se disfraza del Pibe y el lunes saca su acento para que no vean que somos colombianos”,

Juan Carlos Botero, escritor, periodista y columnista en El Espectador, advirtió que hubo una confluencia de factores preocupantes, “el fútbol tiene en particular eso que incita y que despierta pasiones que son excepcionales, pocos deportes despiertan sentimientos tan viscerales y llenas de emociones que desbordan”. Otro de los factores que utilizó para explicar su planteamiento, fue la facilidad con la que los colombianos desembocan la violencia, “no podemos celebrar un triunfo que debe unir, sin desembocar en la violencia”. En tercer lugar, comentó que preocupa la inversión de valores que prevalece y abunda en el país, “se aplaude al que no respeta, al que es el buco, pero el que respeta es el bobo, se celebra al que toma el atajo, no cumple la norma, al que paga impuestos es imbécil, el que espera el semáforo es un bobo”.

Sobre la incidencia de la cultura traqueta, comentó que esta tiene origen en que por siglos Colombia fue un país cerrado y excluyente, donde no había espacios de participación social, política o económica para las mayorías, “la mayor parte de la gente estaba excluida de gozar de privilegios y beneficios. La gente a la fuerza empezó a abrir espacios de manera legal o ilegal y eso empezó a dar origen al narcotráfico, entonces vieron la posibilidad mediante el atajo de hacerse a una fortuna”, con lo cual, aseguró que esa actitud de núcleo cerrado permitió el surgimiento de la cultura traqueta, “que es la persona que obviamente toma el atajo, la que no respeta la norma”.