Radio en vivo

Política

De La Calle y Jaramillo, en contra de Fast Track y tribunal de cierre propuestos por Petro

Los exnegociadores de Paz consideraron que son ideas equivocadas las del presidente Gustavo Petro, ya que podrían retrasar aún más la implementación.

Gustavo Petro | Foto: Colprensa / jhon Paz

Colombia

A través de un comunicado, el exjefe negociador de la delegación de La Habana, Humberto de La Calle, y el excomisionado de Paz Sergio Jaramillo hicieron pública su oposición a las propuestas de Fast Track y de un tribunal de cierre que ha hecho el presidente Gustavo Petro para la terminación del conflicto.

“No compartimos la idea equivocada del presidente de promover un nuevo ‘tribunal de cierre’, después de los enormes esfuerzos que hicieron los tribunales de Justicia y Paz, y que ahora está haciendo la JEP. No es solamente un asunto de costos: la idea de un tribunal de cierre que conduzca a un perdón social -de facto una amnistía general encubierta- echaría al traste con todos estos esfuerzos y derrumbaría la seguridad jurídica de quienes están hoy sometidos a la JEP”, advirtieron los exnegociadores.

Ya frente a la posibilidad de un Fast Track señalaron De La Calle y Jaramillo que “exige reformas constitucionales que retrasarían en al menos un año la implementación del Acuerdo. Recordemos que el fast-track surgió como una garantía en un momento crítico como fue el proceso de dejación de armas y tránsito a la legalidad de las Farc, que requería su coordinación con una serie de garantías jurídicas. Esa urgencia no subsiste hoy”.

Por otra parte, sin embargo, destacaron los exnegociadores que el presidente haya centrado su discurso ante el Consejo de Estado de Naciones Unidas en la integración territorial y la inclusión social de las poblaciones rurales más desfavorecidas. Al igual han dicho que ven con buenos ojos la llegada de Juan Fernando Cristo al Ministerio del Interior.

También consideraron que es razonable la propuesta de extender los tiempos del Acuerdo, aclarando que, a su juicio, “no se debería extender a medidas transicionales, que tienen límites legales e incluso constitucionales”.

Y han catalogado como necesaria “la idea osada de un Plan Marshall para crear una mesa crítica para la transformación de los territorios, y en particular para los de cultivo de coca en el marco del programa de sustitución”.