El cirujano de Gaira
Se trata de un gran ejemplo, un talentoso medico samario favorecido por sus buenas calificaciones como becario de la Fundación del Puerto.
Santa Marta
Andrés Camilo Góngora Guerra nació en un barrio de Gaira, muy cerca del sector Paraíso, al sur de la ciudad de Santa Marta, una tierra conocida por los trapiches y el cultivo de mango que le otorgó al territorio el apellido de ‘Gaira la dulce’.
Hijo de la educación pública, con un gran resultado de los exámenes del Icfes, lo que lo visibilizó en el radar de un programa del Puerto de Santa Marta a través de su Fundación de la Sociedad Portuaria que dirige la buscadora de talentos Yolanda Mendoza, quien le otorgó una beca para la realización de pregrado en la Universidad del Rosario en Bogotá.
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El inicio del proyecto
Camilo era el comienzo de todo este proyecto de acompañamiento en sus estudios que hacía por primera vez el Puerto de Santa Marta con su fundación, para entonces era un gran reto creer en el mismo, ese momento lo recuerda hoy el cirujano:
“Recuerdo que me citaron en una oficina del Puerto y me contaron lo que tenían planeado con mis estudios. Todo estaba en el papel y había que ponerlo a andar. El gusto por la medicina siempre lo tuve presente, tanto por la medicina como por la cirugía. Ellos vieron en mi las metas claras y el deseo de superación que tenía, vieron mi compromiso con este proyecto”, anotó Andrés Camilo Góngora Guerra.
Nunca había vivido en otra ciudad
El destacado bachiller hijo de su querida Gaira, todos sus sueños los había realizado e imaginado en Santa Marta. Nunca había tenido la oportunidad de vivir ni siquiera en otra ciudad de la Costa Caribe. Y ahora se enfrentaba a vivir en Bogotá para poder estudiar en una prestigiosa universidad, todo un reto para un provinciano soñador.
“El patrocinio incluía una beca de manutención mensual lo que me cubría la vivienda, el transporte, alimentación, todo lo necesario para poder vivir en la capital. Así fue como terminé el pregrado en la Universidad del Rosario en el año 2015, luego mi año rural que realicé en Bogotá y al inicio del año 2020 comencé mis estudios en el posgrado en Cirugía Plástica Reconstructiva en la Universidad Militar”, dijo.
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En sus registros familiares ninguno es médico, esta vocación le nació exclusivamente a él, su madre hoy la mas orgullosa del barrio, el hoy cirujano no duda que solo a través de la educación es como se producen grandes cambios en comunidades vulnerables, donde el talento en estas generaciones existe, solo le requiere de los acompañamientos necesarios para abrirles las puertas y dejar que naveguen en medio de su capacidad, sacrificio, disciplina y vocación.
Testimonios de vida
Este proceso que se está presentando proyectado y planificado por el Puerto de Santa Marta a través de la Fundación de la Sociedad Portuaria tiene permanentes testimonios de transformaciones sociales en comunidades como Villa Tabla, el vecino más cercano del puerto, donde nunca habían logrado tener un profesional.
Gracias a este proyecto educativo eso cambió y no solo graduaron una brillante estudiante, sino que le abrieron espacios laborales haciéndole seguimiento permanente. Como este otro tanto testimonio que sirven de ejemplo a seguir patrocinando proyectos de vida en seres humanos con el talento y talante para aceptar los grandes retos transformadores que solo la educación puede ofrecer.