Acusan a Jair Bolsonaro de lavado de dinero y asociación criminal por diamantes de Arabia
La Policía Federal de Brasil ha acusado al expresidente Jair Bolsonaro de lavado de dinero y asociación criminal en relación con diamantes no declarados recibidos de Arabia Saudí, según fuentes cercanas a la investigación
Brasil
La Policía Federal de Brasil ha acusado formalmente al expresidente Jair Bolsonaro de lavado de dinero y asociación criminal en relación con un caso que investiga la venta ilegal de joyas en el extranjero. La acusación se centra específicamente en diamantes no declarados que Bolsonaro habría recibido de Arabia Saudí, según fuentes familiarizadas con el caso.
Una segunda fuente ha corroborado la acusación, aunque no se ha especificado los delitos concretos imputados. Ambos informantes han optado por mantener el anonimato debido a restricciones para declarar públicamente sobre el asunto.
El Supremo Tribunal de Brasil aún no ha recibido oficialmente el informe policial con las acusaciones. Una vez que lo reciba, el procurador general del país, Paulo Gonet, procederá a analizar el documento para determinar si formula cargos y lleva a Bolsonaro a juicio. El expresidente ha negado haber cometido cualquier delito.
Según informes de Metrópoles, la Policía Federal concluyó en su informe final que se habrían cometido delitos de peculado, asociación delictuosa, lavado de activos y apología del delito en este caso. Además de Bolsonaro, otras once personas han sido acusadas, incluidos el entonces ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, y el exministro de Hacienda, Julio César Vieira.
Entre los imputados por malversación de fondos se encuentran José Roberto Bueno (hijo), Julio César Vieira Gomes, Marcelo da Silva Vieira, Marcos Soeiro y Mauro César Cid. Por su parte, el expresidente, los abogados Fabio Wajngarten y Frederick Wassef, y Mauro César Cid junto a su padre, Lourena Cid, están en la lista de imputados por lavado de dinero y asociación criminal.
El desarrollo de este caso continuará generando repercusiones tanto en Brasil como a nivel internacional, mientras las autoridades judiciales continúan su labor investigativa y preparan posibles acciones legales contra los implicados.