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"Permítame hacer parte de estos procesos": Don Berna pide a Petro ser gestor de Paz

El exjefe paramiliar Diego Fernando Murillo aseguró que tiene el conocimiento y las herramientas para “logar que los procesos lleguen a buen puerto”.

Alias 'Don Berna'. Foto: Archivo

Colombia

Mediante una carta enviada desde su lugar de reclusión en los Estados Unidos, el exjefe paramilitar Diego Fernando Murillo, alias Don Berna le pidió al presidente Gustavo Petro que le abra las puertas a su política de Paz total y le permita ser gestor en los distintos procesos de negociación que se llevan a cabo con distintos grupos armados.

“Permítame, señor presidente, hacer parte de estos procesos de construcción de Paz; la experiencia vivida como antiguo actor del conflicto, conocedor de primera mano de los conflictos urbanos y rurales del país, el tránsito en la construcción de Paz desde las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia y la indeclinable voluntad de paz que desde el primer momento he expresado y sostenido a pesar de las circunstancias de mi reclusión en otro país, permiten como Gestor de Paz tener los instrumentos y el conocimiento para lograr que los procesos que se adelantan lleguen a un buen puerto”, afirmó el antiguo líder de la Oficina de Envigado en la misiva.

Murillo dijo incluso que a la distancia podría cumplir con este rol, asegurando que “existen los mecanismos de colaboración entre los Estados Unidos y Colombia que permitirían mi participación activa en tales procesos, inicialmente a través de videoconferencias, que faciliten la labor que Usted señor Presidente me encomiende a través del Alto Comisionado para la Paz. Por ello, le solicito respetuosamente, que a través de los buenos oficios del Señor Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Luis Gilberto Murillo, se coordine con el Gobierno de los Estados Unidos mi participación proactiva en los procesos de paz”.

Don Berna también le hizo un llamado a los miembros de la Mesa de Paz de Itagui, “a no declinar en la voluntad de Paz que han expresado, pues a pesar de que existan obstáculos en el camino y voces que claman airadamente por vindictas basadas en la desconfianza a los procesos y en la persistencia de los conflictos, el objetivo final ha de ser su única guía: La Paz; para ello, es necesario evidenciar, a través de hechos políticos reales, concretos y verificables, esa voluntad de paz”.

Concluyó el confeso criminal esta carta indicando que “la Paz la construimos los que hicimos la guerra, de la mano de quienes la padecieron”, insistiendo en que pueden contar con él para avanzar en la consolidación de la agenda de paz.