Caída de natalidad y tasa de reemplazo: el efecto en la sociedad, la economía y la cultura
Panelistas analizaron las causas en el descenso de la natalidad y hablaron de las recetas para enfrentar el efecto en la economía, educación y sistemas de salud y pensional.
En Hora20 el análisis la caída en la natalidad en varios países del mundo, incluyendo la realidad de Colombia. Una mirada a las causas y el efecto económico, social y ambiental de tener menos hijos, así como las consecuencias de tener una tasa de reemplazo por debajo de lo que nos indican los expertos. El debate también de lo positivo y de la eficacia de los planes que se impulsan en algunos países para que sus ciudadanos tengan hijos.
El también conocido como invierno demográfico está tocando las puertas del país. Este término, que se refiere a la disminución de la población y al eventual escenario de descenso en la población, podría ser una realidad que ya se viva en el país ante la disminución de los nacimientos. Por ejemplo, en 2023 se registraron 510.357 nacimientos, eso representa un 11% menos frente al 2022 cuando se registraron 573.652. El panorama es mucho más grave si se compara con nueve años atrás, pues frente al 2014 la variación sería del 23,7%. La mayor disminución se empieza a presentar a partir del 2021 y aunque desde 2014 la caída en nacimientos no era mayor al 2%, después de la pandemia del COVID-19 la disminución en la natalidad se ha acelerado.
Lo que dicen los panelistas
Para Simone Cecchini, director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL y licenciado en ciencias políticas, ha sido un cambio focal la baja en tasa de fecundidad, pues recordó que en 1950 cada mujer en Colombia tenía en promedio 6,4 hijos, pero hoy según Naciones Unidas cada mujer tiene 1,7 hijos, muy por debajo de la tasa de reemplazo de 2,2 hijos”. Resaltó que en 1950 América Latina era la segunda región con tasa de fecundidad más alta, pero hoy es la tercera región en tasa de fecundidad más baja, detrás de Europa y Estados Unidos y Canadá, “la tendencia en la región de baja en la fecundidad se da desde 1970 y hay un hito en 2010 cuando nos ubicamos por debajo de la tasa de reemplazo. Con la pandemia se vio una caída más rápida de la tendencia”.
Por último, dijo que es importante invertir en educación, salud, pensar en reformas al sistema pensional para una sociedad que envejece, “en cuanto a oportunidades, si tenemos menos niños se puede invertir mejor y más. Tenemos educación primaria universal, pero hay problemas de calidad. Con menos niños no es construir más colegios, sino tener educación de calidad”.
Por su parte, Juan Daniel Oviedo, concejal de Bogotá y exdirector del DANE, dijo que tenemos un fenómeno que no es solo para Colombia, “es parte de la alineación de tendencia demográfica en América Latina y Caribe. Hay que pensar es en cómo nos preparamos y no solo copiamos políticas que países envejecidos han desarrollado”. Manifestó que solo el 6% de los nacimientos en Colombia en el 2023 corresponde a madres venezolanas residentes en Colombia, “eso merece un llamado urgente a cómo nacionalizamos ese bono demográfico importado producto de la migración venezolana entre 2017 y 2022″, pues destacó que debe haber acciones inclusivas para que los niños y niñas asociados a la migración tengan acceso pleno a salud y educación porque serían el futuro reemplazo del envejecimiento demográfico que tenemos en el país.
Explicó que la caída en tasa global de fecundidad es producto de tener mujeres que acceden más a la educación, mujeres que participan en mercado laboral y eso requiere que el concepto de economía del cuidado sea elevado a una prioridad de cómo redistribuimos el tiempo de labores domésticas, “más que pensar en cómo damos incentivos para tener más niños en la sociedad, se debe adecuar todo el sistema de protección social, educativo y de salud para reconocer que hay una tendencia que nos llama a aprovechar la migración para ser más competitivos”.
María Paula Martínez, directora general del Centro Regional para América Latina y el Caribe de la alianza Family Planning 2030, comentó que la planificación familiar se debe entender como herramienta para disminuir tasas de embarazos no deseados y recurrir abortos inseguros que son el 13% de la mortalidad materna mundial, “la baja natalidad de países de renta media se debe tal vez a una mayor disponibilidad de anticonceptivos o de un acceso a una educación integral para la sexualidad, pero vemos que las poblaciones más afectadas en el país o las más pobres no tienen acceso a anticonceptivos”.
También manifestó que es importante pensar en estrategias como auxilios a nuevos padres, incentivos fiscales, licencias prolongadas y la revisión de políticas públicas que se adecúen a la realidad.
Por último, Alfonso Otoya, economista y director general de la Fundación Barco, señaló que la caída de la natalidad es un punto de coyuntura que afecta los comportamientos de la familia en Colombia y el mundo, “este es un hecho fáctico y toca adoptar políticas que modifiquen la economía para que se ajuste a la realidad”, en esa medida, comentó que en el evento del próximo lunes organizado por la Fundación Barco, se busca visibilizar esa nueva realidad y analizar cómo se prepara a la sociedad para la caída en la natalidad.