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El Caribe tiene sed: la radiografía de la región que padece por la falta de agua

Caracol Radio realizó un panorama en esta zona del país para conocer detalles de los lugares vulnerables que están en crisis por el preciado líquido

Las personas de la región Caribe abasteciéndose de agua

Caracol Radio hizo en los departamentos del Caribe colombiano una radiografía de las zonas vulnerables que están afrontando problemas con el abastecimiento de agua potable. Son diversas las causas que tienen a miles de familias sin un servicio continuo y de calidad: el abandono estatal en La Guajira, la emergencia en Cartagena por más de 70 hora sin agua, bloqueos en el Atlántico por falta de suministro, el reclamo de muchos años en Santa Marta, en fin: ¡el Caribe Tiene sed!

En el departamento de La Guajira, el Gobierno Nacional busca disminuir el impacto en las comunidades más apartadas en donde no hay acceso al agua, con el envío de carrotanques, que, entre otras cosas, han generado polémica nacional e investigaciones de los organismos de control para su contratación y estrategia de atención a las rancherías.

Si bien es un problema que tiene mucho de fondo, la sentencia T302 del 2017 de la Corte Constitucional advertía que la falta de agua es uno de los factores determinantes en la muerte de niños en La Guajira.

Según un estudio de la Superintendencia de Servicios Públicos del 2022, en zonas rurales de La Guajira, el 86% de los habitantes no tiene acceso a una fuente de agua mejorada.

Esta sentencia evidenció una falta de articulación entre las entidades de orden nacional y local para atender la crisis con el agua. Y eso se ha visto en lo que ha pasado con los carrotanques que estuvieron parados durante casi un mes desde su llegada y ahora no tienen muy claro de donde van a sacar toda el agua que podrían transportar.

En una reunión de las autoridades, la misma gerente de aguas de La Guajira, Andreina García, le advertía las dificultades para el abastecimiento al director de la Unidad de Gestión de Riesgo, Olmedo López.

PROTESTAS EN EL ATLÁNTICO

En el Atlántico el fenómeno del niño mostró las deficiencias que aún existen en la prestación de servicio de agua, especialmente en los municipios del sur del departamento. Problemas de captación, sumado a daños y quejas por falta de inversiones y gestión del operador para garantizar la continuidad del servicio, llevaron en las últimas horas a varias comunidades a manifestarse y bloquear vías.

Actualmente en el Atlántico hay 17 poblaciones que están siendo apoyadas con carrotanques. Escenas que no se veían desde años como centenares de familias haciendo fila con baldes para recibir el agua del carrotanque, así como recipientes transportados en burros, hacen parte de la actualidad.

De acuerdo con la Subsecretaría de Gestión del Riesgo en el Atlántico, a la fecha se han entregado 1.800.000 litros de agua a 42 comunidades afectadas, en distintos municipios, corregimientos y veredas.

La situación más grave la padecen seis municipios del cono sur del departamento en donde presentan problemas en la captación por los bajos niveles del rio Magdalena, sumado a problemas de infraestructura del operador Aqualia que no garantiza continuidad en el servicio; mientras que en cuatro poblaciones en la zona costera hay denuncias de que el servicio es brindado menos de tres horas al día.

Ante las reiteradas denuncias y protestas de los habitantes, la Contraloría del Atlántico anunció una vigilancia especial a la empresa Aquasur, la cual será objeto de una auditoría por parte del organismo de control.

FENÓMENO DE EL NIÑO Y PROMESAS INCUMPLIDAS

Antes del fenómeno del niño, el 35% de la población en Santa Marta estaba afectada por falta del líquido. Hoy se duplicó el problema y el 70% de los barrios están afectados.

La empresa Essmar habilitó en barrios de la ciudad 80 tanques de almacenamiento de agua con capacidad de 10 mil litros cada uno que son abastecidos las 24 horas con el apoyo de 17 vehículos carrotanques.

En el caso de Sincelejo, capital de Sucre, también se han escuchado promesas por años, se han realizado inversiones millonarias pero la ciudad sigue padeciendo la falta del vital líquido.

En el gobierno de Juan Manuel Santos, se invirtieron 100 mil millones de pesos en lo que sería una solución definitiva al problema del agua

Actualmente Sincelejo tiene su acueducto, la fuente de agua es subterránea extraída de pozos profundos de hasta mil metros, pero el servicio sigue siendo deficiente.

En el departamento de Córdoba, de los 30 municipios, 29 están en calamidad por el desabastecimiento de agua.

EN CARTAGENA VEN TURISTAS, PERO NO AGUA

En Bolívar la sequía sumada a la falta de capacidad de algunos acueductos en el departamento hace que el panorama frente a la “sed” de los municipios sea mucho más crítico.

A eso hay que agregarle que los ríos Magdalena y Cauca y el Canal del Dique, presentan niveles demasiado bajos para los puntos de captación.

Cartagena viene de superar una crisis con el agua con más de 70 horas de un servicio inestable donde se volvió a romper un tubo en la misma zona del barrio Ceballos, dónde la mayoría de las veces ocurren este tipo de daños “fortuitos”.

Pero no solo de situaciones inesperadas viven los cartageneros con el servicio de agua potable, también hay sectores de la ciudad donde el líquido es tan preciado como la frase de cajón.

Carlos Álvarez, líder cívico que vive hace más de 40 años en la subida al cerro de la Popa, los mismos que lleva viendo pasar buses de turistas, pero donde no se ve subir el agua a sus llaves y grifos.

En el resto del departamento, en los 44 municipios restantes, cerca de 39 cuentan con un acueducto aceptable pero los bajos niveles de las arterias fluviales dificultan aún más la situación.

A su turno, Eliana Romero, gerente de Aguas de Bolívar, confirmó que la nueva administración recibió una cobertura de agua potable del 82.6% en cabeceras municipales y en zonas rurales del 49%.

La crisis en todo el Caribe requiere la articulación de autoridades del Gobierno Nacional y local para atender estas emergencias que afectan la calidad de vida de millones de habitantes.

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