Cómo dejar sus toallas súper suaves en 3 sencillos pasos: necesitará 4 ingredientes

Una de las mayores complicaciones al momento de lavar las toallas del cuerpo es mantenerlas suaves; pues, debido a su característico material y sus fibras, son propensas a que se desgasten fácilmente con el uso, ya que son elementos fundamentales en el hogar, desde el cuidado personal, hasta para convertir una lavadora en secadora.

Sin embargo, además del uso, uno de los motivos más frecuentes del desgaste de las toallas es la técnica de lavado, pues si no se hace siguiendo las indicaciones o métodos efectivos para lavar este tipo de telas, solamente se logrará que, lavado tras lavado, las toallas corporales de vuelvan ásperas y rígidas.

Sin embargo, aquí le contramos un método efectivo para lograr que sus toallas queden suaves tras el lavado:

‘Truco’ de lavado para que las toallas queden suaves

A continuación, le contamos el paso a paso para hacer que sus toallas estén más esponjosas, absorbentes, suaves y libres de malos olores, para qel que solo necesitará 4 ingredientes: vinagre blanco, agua caliente, jabón detergente de ropa y bicarbonato de sodio, un componente multiusos en el hogar:

1. Lo primero que debe hacer es colocar las toallas en la lavadora y añada el agua caliente necesaria para el lavado. Posteriormente, agregue 1 taza, o 250 ml. de vinagre blanco e inicie un ciclo de lavado completo.
2. Una vez culminado el ciclo, deje las toallas en la lavadora y haga un nuevo ciclo, en este caso agregando el jabón que use regularmente y media taza de bicarbonato de sodio.
3. Luego de terminar el ciclo de lavado, ponga a secar las toallas a un lugar ventilado y ¡Listo! Disfrute de la textura suave en sus toallas corporales.

¿Le gustaría probar este truco?

¿Cada cuánto hay que lavar las toallas corporales?

La médica experta en higiene del hogar y prevención de enfermedades infecciosas, Sally Bloomfield, explicó para la BBC que “un plazo razonable sería, al menos, una vez a la semana”, pues manifiesta que, a pesar de que pueden verse limpias, han acumulado con el tiempo millones de gérmenes y pueden ser un grave peligro para la salud de las personas del hogar.

Además, la experta señala que cuando las personas se secan las distintas partes de nuestro cuerpo, las toallas van adquiriendo organismos y, aunque puede que la mayoría de los organismos que viven en la piel no sean infecciosos, estos sí entran a través de heridas o lastimaduras en la piel, lo que “puede causar infecciones y ser graves”, manifiesta, por lo que, así sea todo un reto poner a secar las toallas, estas deben lavarse constantemente.

Por último, Bloomfield afirma que es necesario tener toallas separadas para el cuerpo y la cara: “no te olvides de que cuando usas una toalla para el cuerpo, te estás secando lugares a donde no llega el sol, donde puedes tener ciertos tipos de bacterias relacionadas con el movimiento de los intestinos (...) Puede haber distintos tipos de organismos que no quieres cerca de tu cara”, menciona.