¿Qué medidas toma EE.UU. para evitar la cancelación o aplazamiento masivo de vuelos?

El mal clima de cierre de año ha comenzado a generar retrasos en los vuelos en Estados Unidos por cuenta de fuertes vientos, lluvias y nevadas. Ante la previsión de este clima, las autoridades reiteran el llamado a anticiparse, es decir, viajar antes y no muy encima de la fecha en la que se espera llegar a su destino.

Ante los viajes para el día de Acción de Gracias, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, destacó que el fuerte verano de arranque de año ha traído días de mal clima que posiblemente generará retrasos o cancelaciones por lo que es clave mantener contacto con las aerolíneas, pues tienden a ser las que tienen la última palabra sobre si el avión despega o no.

Estas decisiones se toman basándose en los pronósticos de la autoridad meteorológica, principalmente bajo la predicción del viento. Uno de los principales estándares indica que, si el viento en pista supera los 54 kilómetros por hora, lo recomendable es no despegar por riesgo a que las ráfagas no permitan controlar la aeronave.

La lluvia y la nieve no tienden a generar problemas al momento del despegue ni durante el vuelo pues los aviones comerciales normalmente vuelan sobre estas tormentas así que no hay una afectación directa para las aeronaves.

La gestión de estos vuelos se concentra al momento del aterrizaje, donde comienzan a funcionar equipos que eliminan excesos de agua y nieve de la pista para que las llantas de los aviones tengan mejor agarre y aterricen satisfactoriamente.

Adicionalmente, la autoridad aérea estadounidense abre más espacio aéreo para que las aerolíneas tracen rutas que pueden ser más extensas pero que evitan cruzar por zonas donde el clima puede hacer más difícil la maniobrabilidad de los aviones, esto también permite que se tomen escalas en aeropuertos cercanos al destino final.

Pese a todas estas contramedidas, según datos gubernamentales, el clima genera 7 de cada 10 retrasos de vuelos en los Estados Unidos.