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¿Por qué sacamos la lengua cuando estamos concentrados?

Pareciera que cuando realizamos alguna actividad que requiere de la motricidad fina, también se requiere de nuestra lengua, ¿por qué?

¿Por qué sacamos la lengua cuando estamos concentrados? / Foto: Getty Images / Matt Carr

Sacar la lengua puede tener distintos significados que van desde mostrar nerviosismo, hasta una actitud seductora, pasando por un gesto burlesco y pícaro. Pero hay otra expresión, muy común, aparentemente involuntaria, que refleja la realización de una labor con mucha concentración.

Muchas personas se preguntan por qué cuando están realizando alguna actividad que requiere de la motricidad fina sacan también la lengua.

De acuerdo a la cuenta especializada ifekooficial, “cuando nos concentramos en una tarea fina, el cerebro se encarga de mandar toda la información a las manos para poder hacer la tarea con facilidad, es entonces cuando se produce lo que se llama desbordamiento motor, eso indica que las neuronas que se disparan en la región de la destreza están tan activas que se desbordan hacia el sistema neuronal vecino, el cual se encarga de la boca, por eso cuando estamos concentrados en una tarea de motricidad fina el efecto recae en la región del lenguaje, lo que hace que nuestra lengua se ponga en funcionamiento”.

Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias de Birkbeck de la Universidad de Londres también se ha preguntado por qué a niños y mayores se les asoma la lengua realizando una tarea que requiere concentración.

Gillian Forrester, profesora de cognición comparativa y vicedecana de dicha facultad, apunta que “lo que hemos encontrado es lo que la gente quiere decir es que (al sacar la lengua) están haciendo algo delicado que requiere la activación motora de sus manos”.

La razón que la lengua y las manos estén relacionados también tiene una base biológica, ya que se produce cuando hacemos ejercicios que necesitan una coordinación motriz fina, movimientos precisos y muy coordinados, sobre todo con las manos.

“Si pensamos en hacer un nudo complicado, ponernos las lentillas, enhebrar una aguja o aplicarnos el delineador de ojos, es probable que nos visualicemos con la lengua fuera. La explicación hay que buscarla en el cerebro humano, concretamente en la corteza cerebral, ya que la región encargada del lenguaje, y que controla los movimientos de la boca y de la lengua, está próxima a la región responsable de la coordinación motriz fina de las manos”.

Ambas áreas están tan cerca que, de hecho, algunas zonas incluso se solapan. Cuando nos concentramos se activa la zona del cerebro que se encarga de transmitir las órdenes a las manos para que hagan esas tareas sutiles y se produce lo que se conoce como un desbordamiento motor.

Otros investigadores apuntan a que la lengua es una de las zonas con más terminaciones nerviosas, y aun cuando estemos concentrados en algo, ella está a su aire dentro de la boca, mandando innumerables estímulos al cerebro. Para tenerla controlada y que no distraiga nuestra concentración, la gente lo que hace es sacarla a un lado y entonces el cerebro puede centrarse en la tarea que se quiere realizar.