¿Debe Colombia aprender de las lecciones del proceso político en Chile?

En Hora20 una mirada a la realidad política en Colombia a la luz de lo ocurrido el pasado domingo en Chile con el triunfo de la derecha, se habló de lo que significa esta derrota para la izquierda chilena y de su eventual impacto en el proceso colombiano, así como una mirada a la caída en imagen del presidente Petro y del encuentro con las altas cortes que busca dar tranquilidad tras la discusión entre el presidente y el Fiscal General. Después el análisis al debate de la descentralización y federalización del país.

Desde el estallido del 2019 en Santiago de Chile que desembocó en la construcción de una nueva constitución y del triunfo de Gabriel Boric en 2021, se ha planteado que Chile es un viaje al futuro de Colombia, como lo ha dicho el historiador y panelista de este programa, Juan Carlos Flórez. Hoy en Chile el proceso político se vuelve a ver enredado ante el triunfo de la derecha en el proceso que determina la elección de los constituyentes, los llamados a redactar la nueva Carta, pues de los 50 escaños a elegir, 33 quedaron en manos de la derecha. Con lo cual, este proceso podría convertirse en una especie de campanazo para el también gobierno de izquierda de Gustavo Petro que llegó al poder bajo el mandato de realizar una serie de reformas, como las que hemos visto en los últimos meses en el Legislativo.

En nueve meses de gobierno y en medio de ese llamado al cambio, el presidente ha visto cómo se reduce su imagen positiva, pues en el Opinómetro de Datexco publicado este lunes para la W Radio se evidencia un aumento de 21 puntos en la imagen negativa en los últimos seis meses, solo desde la última medición a finales de abril, el aumento es de nueve puntos hasta llegar al 61 por ciento de desfavorabilidad. El nivel de desaprobación llega al 72 por ciento en el Oriente del país, mientras que el 68% de los encuestados está en desacuerdo con alentar la revolución desde el balcón y el 51% dice no sentirse tranquilo con los cambios en el gabinete.

Al panorama de desaprobación se suma la polémica de los últimos días por el cruce de fuertes declaraciones entre el presidente Petro y el fiscal general, Francisco Barbosa en el que la institucionalidad ha terminado afectada y ha desembocado en que el presidente reafirme la autonomía del poder judicial y en una serie de encuentros entre los presidentes de las altas cortes, el fiscal Barbosa y el presidente Petro para buscar dar un parte de tranquilidad de la situación institucional. Hoy el turno fue para las altas cortes y el fiscal; mañana será el turno del presidente Petro.

Lo que dicen los panelistas

María Teresa Ronderos, periodista, columnista en El Espectador y directora del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, señaló que la lección para el gobierno colombiano es que la polarización no es sana para las buenas decisiones de cambio, “cuando hay cambios estructurales se necesitan menos arengas y menos grande discursos, más técnica y traducir los cambios rápidamente para que se vea”, también aseguró que la advertencia para la derecha colombiana es que exagerar genera gran polarización. Sobre escenarios como el del fracaso de la concertación, comentó que tanto el gobierno como los partidos fracasan al no poder asumir el compromiso, “no es que el gobierno cede a lo que los otros no quieren cambiar, el gobierno empuja el cambio y para eso se eligió, pero hay que entender que toca acomodarse a los vientos de cambio”.

Sobre la idea de descentralización, comentó que se vuelve al problema de debilidad institucional y de corrupción al entregar más autonomía, aunque cree que el PND trae herramientas importantes en términos de dar autonomía a las decisiones que se tomen en las regiones en términos de desarrollo.

Para Catherine Juvinao, representante a la Cámara por la Alianza Verde, una de las lecciones del proceso en Chile es creer que el proyecto de cambio es un solo bando, “por ganar la presidencia, puede llegar a imponer esas transformaciones, pero eso se logra es desde la concertación y no desde la imposición”, en ese sentido, afirma que en un gobierno temprano en Colombia vemos la experiencia del chileno y eso le permite al gobierno colombiano aprender de que acá no será imponiendo y que no hay monopolio del cambio. Resaltó que el sectarismo impide el diálogo entre ideologías y que ojalá gobierno entienda que la única forma de cambio sostenible es concertar a través de las distintas visiones de país.

Sobre la caída en la imagen presidencial, comentó que el error está en la estrategia con la cual se empezó a gobernar y a relacionarse con el congreso, “se trató de armar una coalición con tradicionales no alineados a su visión de país a punta de burocracia, pero para construir cambios estructurales no basta con mermelada y un ministerio, ahí se juega la visión de partidos sobre el país”.

Thierry Ways, empresario y columnista en El Tiempo, comentó que hay lecciones importantes como el hecho de ganar unas elecciones en medio del descontento con el statu quo, no quiere decir, como lo sugiere el presidente, que se tienen que avalar las reformas sin atravesar por los canales propios, “el hecho de ganar las elecciones no implica una carta blanca para hacer lo que se quiera; es importante concertar”. Resaltó que en el país vemos desmesura y maximalismo al intentar pasar las reformas sin concertar y sin tener en cuenta otras visiones.

Resaltó que las discusiones del cambio se dan en medio de las necesidades de la gente en términos de empleo, inflación o seguridad, “se quiere cambio, pero hay problemas que se han complicado y la gente vota por las preocupaciones ciudadanas, la gente quiere cambio, pero también empleo, seguridad y eso afecta resultados de las encuestas y de lo que viene en adelante”.

Para Gabriel Silva, politólogo, exembajador en Estados Unidos, exministro y columnista en Cambio, la derrota de la izquierda es un campanazo de alerta, “no es buen dividendo pasar de la izquierda a la derecha por la propia izquierda; el riesgo de derechizar un país por errores de la izquierda existe en Colombia”. Resaltó que a los tradicionales les quedó imposible al radicalismo gubernamental, “el gobierno escoge la posición que le conviene porque cuando le conviene habla del uribismo y derecha, pero cuando hay gente progresista, moderada y liberal y que cree en él, son despreciados y no son contraparte del gobierno”. También resaltó que lo de Petro es una metodología muy leninista que va por lo máximo y se va a la retaguardia, “es pragmatismo leninista y eso confunde al país, dice una cosa, lo lleva al extremo y se echa para atrás, pero nunca ha cedido realmente

FICHA TÉCNICA ENCUESTA

700 encuestas realizadas por Datexco entre el 3 y 4 de mayo con un margen de confianza del 95. Encargada por W Radio.