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Alerta por auge de casas webcam en las zonas fronterizas y prácticas peligrosas

Los resultados de un estudio realizado entre población inmigrante venezolana en Colombia alertan por el auge de las “casas webcam” en las zonas fronterizas y las prácticas peligrosas que se realizan en estos lugares.

Internet web model / Oleg Elkov

Colombia

El estudio “Sexo por supervivencia” fue presentado hoy en Nueva York por la organización Aid for Aids y muestra que cerca de 12.000 personas en las zonas fronterizas de Colombia trabajan como modelos webcam que venden sus contenidos, usualmente sexuales, a consumidores extranjeros a través de internet.

En Cúcuta y Villa del Rosario se encuentran entre 800 y 1.000 casas dedicadas a esta práctica y en cada una de ellas trabajan grupos de 5 a 20 personas, generalmente de entre 16 y 25 años.

Esta actividad no es ilícita cuando se considera voluntaria, sin embargo los resultados muestran que la multiplicación de estos espacios ha bajado los precios por lo que estas personas se someten a prácticas violentas que están mejor pagas como aceptar someterse a quemaduras de vela, latigazos e incluso ingesta de heces o vómitos.

Curiosamente, la gestión de estas casas es muchas veces familiar o entre un grupo de amigos, y quienes participan en esas actividades “no asocian el intercambio de sexo por dinero como una forma de explotación por parte de un tercero, sino como un modo de obtener recursos de subsistencia”, expresa el informe.

Además, un 14 % de las entrevistadas dicen que los distintos funcionarios de migración o del orden público les han forzado a mantener relaciones sexuales en medio del acoso y la persecución.

El estudio afirma que las principales razones que empujan a estas personas al comercio sexual son la ausencia de documentos que permitan un trabajo legal, carencia de ofertas de empleo por razones de xenofobia, falta de instituciones de inserción laboral y carencia de informaciones claras sobre medios de asistencia social.