El testimonio que delata a poderosa mafia de tráfico de armas en el Ejército

Bogotá

Caracol Radio conoció varios de los testimonios clave que delataron a militares y particulares que serían parte de una gigantesca mafia al interior del Ejército Nacional relacionada con la venta de armas a las Disidencias, el ELN y el ‘Clan del Golfo’.

Uno de los testigos confesó a la Fiscalía que el armamento y partes de fusiles para traficar y venderlas a grupos criminales se daba porque existe una extensa red de contactos en Indumil en Soacha, y en varios batallones del Ejército en Bogotá y otras partes del país.

En uno de los apartes de una de las declaraciones de 32 páginas, la Fiscalía le pregunta al testigo:

Fiscal -¿Informe en qué lugares conseguía esas piezas para fusilería y ametralladora M60?

El testigo responde: - “Al principio conseguía casi todo en Indumil en Soacha, tiempo después conseguía en el Batallón de abastecimiento que queda en el norte de Bogotá, también conseguía en el departamento del Meta, en el batallón que queda ubicado en Granada, también me enviaban repuestos de fusil Galil de Arauca capital.

En Caquetá también conseguía repuestos, me los conseguía en el complejo militar de Larandia, También en el batallón de ingenieros Liborio Mejía, y en el complejo militar de Tolemaida”. Dice la declaración en poder de Caracol Radio.

El testigo le dijo a la Fiscalía que los mismos militares ofrecían municiones para la venta en el mercado negro.

Fiscal: - ¿Dónde conseguía repuestos en el tiempo en que esos carrotalleres se encontraban guardados?

Testigo: - “En los mismos batallones que ya he mencionado, también se sacaba material y partes de los depósitos de armas decomisadas que quedan dentro de los mismos batallones porque todos los que trabajamos con repuestos de armamento sabemos que esa es la cajita menor de todos los que trabajan en ese tipo de depósitos, tanto así, que a veces me llegaban ofrecimientos de 200, 400, y 500 granadas de 40mm; yo recuerdo que me ponía a hablar con un muchacho que trabajaba en el Batallón 20 de julio y él me decía que ha veces llegaban 100 y 200 cañones para fusiles y ahí veía que podía conseguir cualquier cosa”.

Ayer, siete de los ocho procesados que tendrían nexos con esa mafia al interior del Ejército Nacional dedicada a vender armamento a grupos criminales fueron enviados a prisión.