Temíamos comer peces porque se alimentaban de los muertos: habitantes del Dique

Cartagena

Uno de los mayores temores de los habitantes de municipios aledaños al Canal del Dique era comer a sus seres queridos. Durante la época del conflicto armado, especialmente entre los años 2000 y 2005, el principal alimento de los peces eran los cientos de cadáveres que fueron arrojados a ese cuerpo de agua por grupos paramilitares.

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Las víctimas describen que el Canal del Dique tenía un “olor a muerto” ante la gran cantidad de cuerpos sin vida que fueron lanzados, muchos de ellos se quedaban represados en las orillas situación que era aprovechada por cuervos o buitres.

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“Hubo un tiempo en el que casi no podíamos tomar el agua porque sabía a muerto, el ambiente estaba muy putrefacto. Ni decir de los pescados, no podíamos comer peces. En ese tiempo temíamos comerlos porque ellos se alimentaban de los muertos que arrojaban los paramilitares allí”, aseguró Carmen Rosa Utria, líder de la mesa de víctimas de San Cristóbal, norte de Bolívar.

Pero no solamente eran los peces. También el principal alimento de los perros que merodeaban los predios aledaños al Canal del Dique eran los cadáveres. Incluso por esta razón los caninos eran sacrificados.

“Fueron muchos perros se acostumbraron a tirarse al agua y como la carne más cerca que venía era la de estas personas los llevaban hasta las orillas y se los comían. Algunos de estos perros los sacrificaron porque cuando llegaban a sus casas llegaban con ese olor a muerto, nadie lo aguantaba”, comentó desde su parcela un campesino de Soplaviento – Bolívar, quien pidió mantener su nombre en reserva.

La esperanza de encontrar a las personas dadas por desaparecidas aumentó con la orden de establecer un protocolo arqueológico forense para ejecutar la APP.