Hallan un error en la teoría de la evolución de Darwin
Darwin afirmó que un animal (con mayor experiencia sexual vivida) tenía más posibilidades de tener pareja si hay menos hembras en su entorno.
Los científicos de la Universidad de Bath en el Reino Unido descubrieron que Charles Darwin estaba equivocado sobre la selección natural cuando argumentó que las características sexuales vívidas aumentan las posibilidades de que un animal tenga pareja si potencialmente hay pocas de ellas.
Según el evolucionista, cuantas menos hembras, más pronunciada debería ser la apariencia del macho, que compite con sus rivales. Sin embargo, nueva evidencia muestra que este no es el caso, informa The Conversation.
Si bien Darwin tenía razón en general cuando argumentó que los animales evolucionan por selección natural, se equivocó en los detalles. La teoría de la selección sexual explica por qué, por ejemplo, los pavos reales machos tienen colas tupidas, aunque esta hace que el ave sea vulnerable a los depredadores. Una cola brillante es un signo de la salud y la fertilidad del macho, lo que atrae a la hembra. Las hembras siempre eligen machos con las colas más bonitas, lo que contribuye a la evolución de la cola del pavo real. La selección sexual ocurre en poblaciones con una proporción de sexos desigual, y Darwin creía que el género menos numeroso tomaba la decisión.
En muchos mamíferos, incluidos los humanos, el número de hembras adultas supera el número de machos adultos. Esta proporción desigual de sexos es más fuerte entre los marsupiales. En los antechinus australianos, por ejemplo, todos los machos mueren repentinamente después de la temporada de apareamiento, por lo que hay momentos en que los machos adultos ya no están vivos y toda la población adulta está formada por hembras preñadas. En las aves se observa el cuadro contrario: en algunos chorlitos, por ejemplo, hay seis veces más machos que hembras.
Los investigadores británicos encontraron que Darwin tenía razón en que la selección sexual está estrechamente relacionada con proporciones desiguales de sexos. Específicamente, los investigadores observaron el dimorfismo sexual respecto al tamaño (los machos son más grandes que las hembras) en 462 especies de animales, incluidos babuinos, elefantes marinos y aves migratorias. El gran tamaño permite a los machos dominar a sus rivales en la lucha por la hembra.
Sin embargo, la selección sexual más intensa tuvo lugar en especies con abundancia de hembras. Un resultado tan contradictorio se explica por el hecho de que el ganador tiene la oportunidad de fertilizar una gran cantidad de hembras y, como resultado, los machos pequeños no pueden dar descendencia.