Detenido dijo que policía usó gaseosa para atender quemados en incendio
Cuestionó la respuesta de los uniformados para atender la emergencia en un CAI que dejó ocho muertos.
Este jueves fue el turno para rendir testimonio ante la Procuraduría, Nelson Gómez Tovar, de 34 años, uno de los detenidos que sobrevivió al incendio en una estación de la Policía en el municipio de Soacha, Cundinamarca, el pasado 4 de septiembre.
“Solamente me pegué a la pared en la parte de atrás de la celda. Saltaba y saltaba. Me sentía quemado a un lado y me volteaba para el otro, hasta que no aguanté más por el humo y caí al suelo”, relató Gómez.
Una vez sintió que uno de los uniformados, que no logró identificar, lo sacó arrastrado de la celda, varios policías empezaron a rosearlo con extintores y gaseosas. “La espuma del extintor me la pusieron en la cara, ni siquiera en el lugar donde sí estaba quemado (espalda y cintura). La gaseosa también en la cara, como si me estuvieran ahogando”, manifestó el detenido.
Según dijo Gómez, en la celda había una estufa pequeña, que usaban los detenidos para cocinar o calentar los alimentos que les enviaban sus familiares. En el día de la emergencia, contó el malestar de los detenidos ante la negativa de la policía de permitir las visitas y las encomiendas que le dejaban sus familiares.
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En varias de sus respuestas a los abogados defensores de los uniformados, Nelson Gómez manifestó no saber cómo inició el incendio y contó lo poco que estaría preparada esa estación de policía para atender una emergencia de esa magnitud.
“Si en cambio de turno había 15 policías, ¿por qué no nos abrieron (la celda) rápido?”, cuestionó el detenido. Además, contó las condiciones de hacinamiento: “La celda era de 2 metros por 2.50 metros. Dormíamos 11, tocaba uno montarse sobre los pies del otro”, detalló.
En la diligencia, el concejal de Bogotá, Diego Cancino, también habló de las denuncias de los familiares que publicó en noviembre pasado, en la que señalan a los policías de presuntamente omitir la atención de la emergencia y de las torturas a los que eran sometidos los detenidos.
“Según lo que decían los presos a sus familiares, es que los despertaban a las 2 de la mañana, los desnudaban, los obligaban a bañarse y les echaban agua fría con mangueras y los amenazaban de muerte”, aseguró el concejal.