Cinco años después, la visita de Barack Obama a Cuba solo es un recuerdo
Los acuerdos firmados, y luego derogados, auguraban un restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba
El 20 de marzo de 2016 Cuba, de nuevo, se convirtió en el núcleo informativo del continente y parte del mundo. Después de 88 años, un presidente de Estados Unidos piso la isla en una visita oficial de tres días y dos noches.
Barack Obama acompañado por su esposa, sus dos hijas y una extensa comitiva, llegó a Cuba cumpliendo una de las promesas desde que a mediados de 2013 reanudó o acercamientos con el gobierno de Raúl Castro.
Alrededor de las 4:00 de la tarde del domingo, lluvioso, 20 de marzo el Air Force One tocó la pista del aeropuerto José Martí de La Habana. La agenda del presidente estadounidense estaba conformada por una variedad de actos que incluía desde protocolarios políticos y comerciales, hasta la asistencia a un juego de béisbol entre la selección de Cuba y el equipo Tampa Bay de la Florida.
De la visita de unas 72 horas dejó momentos especialmente recordables como la respuesta que el presidente cubano Raúl Castro le dio a un periodista ante la petición de liberara a los presos políticos “Dame la lista, ahora mismo, de los presos políticos para soltarlos. Dime el nombre o los nombres y si hay esos presos políticos antes de que llege la noche van a estar sueltos”, afirmo Castro.
Durante la visita presidencial de Barack Obama a Raúl Castro firmaron numerosos acuerdos en temas como agricultura, migración, energía y educación, entre otros. Obama también tomo un espacio para reunirse con un grupo de representantes de los disidentes cubanos.
10 meses después, el 20 de enero de 2017, se dio el relevo en la presidencia estadounidense y la mayoría de los acuerdos así como los gestos de acercamiento fueron minimizados y hasta rechazados por la administración de Donald Trump.