Con pañuelos blancos, fue despedida la niña de 5 años muerte en Caldas

Con una calle de honor, hecha por personas que agitaban pañuelos blancos, fue enterrada en Dosquebradas, Risaralda, la niña Valentina Guapacha Betancourt, asesinada al parecer por su madrastra, en Supía, Caldas.
Unas 40 personas, la mayoría a pie,acompañaron el cortejo desde la vivienda familiar del barrio Buenos Aires, donde fueron velados los restos contenidos en un pequeño ataúd blanco.
No hubo misa antes de la sepultura, ya que los padres y abuelos consideraron que un ser inocente con 5 años de vida no conoció la maldad y por tanto no la necesitaba.
Incluso espontáneos, que no conocieron a la niña, marcharon hasta el camposanto como un acto de solidaridad y de indignación por los hechos.
Un riguroso silencio, roto sólo por el llanto de la madre de la menor Liliana Betancur, quien abrazaba el oso de peluche favorito de la pequeña, se guardó cuando las primeras paladas de tierra empezaron a cubrir el féretro.
En el final de la breve ceremonia, los asistentes pidieron que el crimen no quede impune y reclamaron que se indague en torno a la posible relación con los hechos de personas como la ex-compañera sentimental del padrastro de Valentina, quien fue retenida temporalmente pero quedó en libertad por falta de pruebas.