Chinácota, entre el descanso y el paladar
Chinácota, el lugar elegido para descansar por los nortesantandereanos.
45 minutos y un peaje separan a Chinácota, de Cúcuta. Este municipio de Norte de Santander es como el Melgar de los rolos o la Mesa de los Santos para los bumangueses, es decir, el lugar de descanso para el fin de semana.
Con poco más de 16 mil 500 habitantes, y una estructura de pueblo colonial que baja desde la montaña, el clima de este lugar ambienta la estadía de propios y extraños.
Aunque dentro del casco urbano están la mayoría de las casas y uno que otro hostal, son las cabañas que están hacia las afueras del municipio las que los turistas buscan para disfrutar de una noche.
Además del clima y los extensos campos verdes que tiene Chinácota para recorrer a pie, una de las delicias gastronómicas de los chinacoteros son los dulces. El arequipe es el ingrediente principal al que le agregan breva, mora o tamarindo, frutos que se producen en esta región del país.
Y no pueden faltar las fresas con crema, otro manjar culinario. Grandes, rojas hasta más no poder y una crema que permite chuparse los dedos y deja las ganas de volver para comer más.
