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Sebastián Montoya, entender el automovilismo como un baile

Tiene 20 años y ya se convierte en una de las promesas del automovilismo, ha logrado correr en importantes pistas, aunque asegura que es un camino que va hacia arriba y hacia abajo.

Sebastián Montoya, entender el automovilismo como un baile

Aunque Sebastián Montoya insiste en que no sabe bailar, hace un símil entre el automovilismo y el baile, lo define como un movimiento fluido en el que manejar y bailar para él no son dos actividades muy distantes. Montoya es un joven de 20 años, hijo de la leyenda del automovilismo Juan Pablo Montoya y acaba de terminar la temporada de la Fórmula 2 en Abu Dabi, momento que define como un camino que va hacia arriba y hacia abajo, “un primer momento fue en Australia en la primera carrera, los test no mostraron la velocidad, se veía potencial, pero teníamos que poner un poquito todo más junto y eso fue más de mi lado, que del equipo, tras Australia, Bahréin y después en el año, hubo momentos positivos, creo que tuvimos problemas con el carro y ahí pues pensé que se puso interesante”.

Sobre su relación con su papá, insiste que no lo ve como la leyenda que representa para los colombianos, pero sí le agradece todo lo que ha hecho por él, “gracias a él soy el piloto que soy, tengo talento, pero sin mi papá hubiera sido diferente porque he tenido oportunidades, pero la compañía de mi papá, mi mamá y mis hermanas ha sido muy importante”.

Montoya compite en uno de los equipos más prestigiosos, Prema Racing, un equipo que considera un sueño, aunque resalta que lo más importante es aprender y maximizar el trabajo en el equipo, “es un equipo que ha apoyado pilotos muy importantes y exitosos que están en F1, creen en uno y eso me da mucha confianza porque al final del día no es fácil, estamos en una situación que hay que seguir trabajando porque esto no para acá, sigue en el invierno y hay que seguir trabajando”.

El proceso de trabajo y de preparación es una parte fundamental en el desarrollo de Montoya en el automovilismo, dice que más allá de ser un trabajo del día a día, la importancia está en enfocarse en preparar la carrera, la simulación y entregar la información pertinente al equipo para mejorar las condiciones del carro, subir el nivel y lograr los balances necesarios.

Sobre su llegada a la Fórmula 1 prefiere hablar de las oportunidades, del trabajo duro y se explorar todo el potencial, continuar con el trabajo en equipo y ponerse en la mejor posición, “mi mentalidad es clara, hay que trabajar duro y maximizar el trabajo los fines de semana”, concluye.