Desplazamiento forzado en el Catatumbo tras nuevos combates entre grupos armados
Al menos 60 núcleos familiares huyeron de enfrentamientos registrados en la vereda Palmeras.
Familias desplazadas llegan a la Alcaldía de Tibú. / Foto: Cortesía.
Norte de Santander.
El recrudecimiento de la violencia en el Catatumbo volvió a golpear con fuerza al municipio de Tibú.
Este 25 de diciembre, desde la madrugada, se registraron enfrentamientos entre el ELN y la disidencia de las Farc en la vereda Palmeras, kilómetro 16 de la vía que comunica a Tibú con el corregimiento de La Gabarra, situación que provocó el desplazamiento forzado de decenas de familias.
De acuerdo con el alcalde de Tibú, Richar Claro, los combates iniciaron alrededor de las 3:00 de la mañana y se extendieron durante gran parte del día, dejando a la población civil atrapada en medio del fuego cruzado.
“Anoche empezaron a llegar algunas familias que lograron salir de ese enfrentamiento; quedaron en medio de los combates y las estuvimos atendiendo en la Alcaldía municipal, activando todos los protocolos de emergencia”, explicó el mandatario en Caracol Radio.
En total, 60 núcleos familiares -alrededor de 187 personas, según el primer censo- fueron atendidos durante la noche de este jueves por la administración municipal.
El alcalde aseguró que la principal preocupación en este momento es el impacto emocional que deja la violencia, especialmente en niños, niñas y adolescentes.
“Realmente están muy afectados, sobre todo emocionalmente. Duraron todo el día en medio de los combates y eso deja secuelas muy fuertes en el estado psicosocial de las familias”, señaló.
La situación también obligó al cierre temporal de la vía hacia La Gabarra, una de las más importantes del municipio.
Según Claro, no hubo paso por ese corredor vial y se espera que, tras un Consejo de Seguridad con el Ejército Nacional y la Fuerza Pública, se evalúe el restablecimiento de la movilidad y las acciones para garantizar la seguridad de la población.
El mandatario advirtió que existe el riesgo de que el número de desplazados aumente, ya que podría haber más familias atrapadas en la zona rural donde continúan las confrontaciones. “Nos preocupa que puedan continuar los combates. Estamos corroborando información con personas que aún siguen en el sector y con la Fuerza Pública”, indicó.
Sobre la capacidad de respuesta del municipio frente a una posible nueva ola de desplazamientos, el alcalde fue enfático en reconocer las limitaciones.
“Ningún municipio del Catatumbo está preparado para recibir a tantas personas en condición de desplazamiento. Se requiere un esfuerzo grande y por eso se activa la subsidiariedad con la Gobernación y con la Unidad para las Víctimas”, afirmó, al tiempo que destacó que su administración ya dispuso un equipo para la atención inicial, aunque reconoció que hace falta mucho más para garantizar alojamiento digno y atención psicosocial adecuada.
Finalmente, Richar Claro envió un mensaje directo a los actores armados, recordando que estos hechos se registraron en plena temporada navideña.
“El llamado siempre es al diálogo y a que no metan en medio a la población civil. Los más afectados son nuestros niños y niñas, que no han podido tener una Navidad tranquila ni segura. Toda salida a un conflicto debe ser a través de la reconciliación y el diálogo”, concluyó.